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Seokjin se detiene cuando dos muchachos pasan corriendo delante de él y alza el vaso descartable con café para evitar que este se derrame en su camisa blanca.

Si una cosa puede decir acerca de su trabajo es que los universitarios no son tan distintos de los chicos de secundaria, ambos revoltosos e infantiles, con la única diferencia que los mayores son más susceptibles a llorar por una mala calificación o arrastrarse por un punto.

Sigue avanzando por el corredor mientras su mirada se mantiene fija en los muchachos que ahora están persiguiendose, peleando por lo que parece ser un bocadillo.

Niega sutilmente e intenta mirar hacia adelante porque necesita apurarse para llegar a su almuerzo con Yoongi. Sin embargo no logra observar nada porque enseguida choca con algo que se siente como una pared y cae hacia atrás de forma estrepitosa.

Su trasero toca el suelo a la misma vez que el café se derrama por todo su pecho.

—Lo siento, lo siento.

Una voz está disculpándose, pero Seokjin no lo observa, en estos momentos se encuentra demasiado preocupado tratando de apartar la tela que se pega a su cuerpo.

Hace un puchero y deja caer las manos a su lado, no hay nada que se pueda hacer, todo el frente de su camisa tiene una horrible mancha marrón, al menos agradece que el líquido no estuviese lo suficientemente caliente como para quemarlo.

—Yo iba distraído, joder lo siento tanto... puedo reponer tu camisa o tu café.

La voz retumba como un eco en los oídos de Seokjin, como una vieja canción. Alza la mirada y tiene que cerrar los ojos con fuerza y volver a abrirlos para convencerse que no está soñando, porque la persona frente a él  es la misma que aparece todas las noches en su mundo onírico.

—No te preocupes, yo no iba mirando al frente —Dice en voz baja e insegura.

Ha pasado un año desde que hizo algo que arruinó una relación con este chico, tiene destellos de su vida juntos, pero no recuerda cuál es su nombre, no sabe que fue exactamente que hizo para fallarle, sabe que tiene que ver Jaehwan, tomó una decisión para salvarlo y el resultado es una opresión constante en el pecho.

Sus ojos se vuelven brillantes, pero logra contener las lágrimas y con ellas también las ganas de abalanzarse sobre este hombre.

—¿De verdad estas bien? —Vuelve a preguntar, confundiendo la conmoción de Seokjin —¿Te quemaste?

Como si recién se diera cuenta que el líquido podría estar caliente, pasa sus manos por el frente de Seokjin, intenta despegar la camisa que se ha vuelto transparente e incluso sopla como si eso fuera aliviar el dolor de una quemadura en segundo grado (en caso de que la hubiera).

—Ya estaba tibio.

El hombre asiente un tanto inseguro y estira una mano para ayudar a Jin a ponerse de pie, quien sonrojado la acepta porque ha estado cinco minutos tirado en medio del corredor con un hombre  hincado frente a él y ni siquiera quiere mirar si sus alumnos están alrededor con los teléfonos frente a sus caras.

—Soy Namjoon —Dice con voz grave cuando Jin ya esta de pie y sus manos siguen unidas.

"Namjoon..." Jin saborea el nombre en su lengua y se siente bien, conocido, es como si lo hubiera repetido cientos de veces antes.

—Kim Seokjin —Dice a su vez y suelta la mano de Namjoon que ha sostenido por más del tiempo socialmente correcto.

—Entonces, Seokjin... —Namjoon se lleva una mano a la nuca y lo mira inseguro —...¿Quieres ir a una cafetería para reemplazar eso o prefieres...?

DECISIÓN & CONSECUENCIA - NamjinWhere stories live. Discover now