DECISIÓN & CONSECUENCIA - Namjin

8

La primera vez que Namjoon se enamoró de Seokjin lo hizo rápido, como un camino en línea recta sin baches, sin terceros que pudieran confundirlo, no hubo dudas ni cuestionamientos.

Fue paciente esperando que la atracción que sentía Seokjin por él fuera convirtiéndose en algo más.

Namjoon nunca hizo caso a los consejos de su mejor amigo que le decía que Seokjin estaba demasiado roto como para volver a amar, porque en el fondo siempre supo que estaban destinados a ser, como una trágica historia de amor agridulce con un final feliz.

Sin embargo llevar a la práctica sus propias palabras no fue sencillo, no cuando él estaba tan profundamente enamorado y Seokjin seguía desconfiado, retraído cada cierto tiempo, como si darle un poco más de sí mismo a Namjoon fuera una traición a la memoria de alguien más.

Eventualmente en algún momento la convicción de Namjoon comenzó a flaquear y cuando llevaban casi un año de novios pensó en dejar a Seokjin.

El día que recibió una llamada de Yoongi pidiéndole que recogiera a Seokjin de un bar donde se había excedido con las copas fue el punto de quiebre. Podía escucharlo lloriquear de fondo y supo que Jin nunca podría amarlo de vuelta con la misma intensidad, porque todo lo que tenía lo había entregado siendo muy joven.

En el taxi Jin se desplomó contra él y cerró los ojos, las lágrimas secas marcaban sus mejillas y Namjoon no pudo hacer más que acariciar su rostro en una silenciosa despedida mientras contenía su propio llanto.

En cuanto llegaron al pequeño apartamento de un ambiente donde vivía Jin, Namjoon lo ayudó a quitarse los zapatos y los pantalones y lo guió hasta la cama. Besó su frente y deseó que el chico pudiera dejar ir alguna vez el pasado, deseó que Seokjin se diera una oportunidad de ser feliz con alguien más y volteandose dejó sobre la mesita de noche la llave que Jin le había entregado solo un mes atrás.

Solo por un momento Namjoon se dio por vencido y camino hasta la puerta sin mirar atrás, planeando salir de la vida de Jin para siempre.

Sin embargo casi delirando el chico llamó su nombre y estiró su mano.

—Nam... Nam.... Namjoonie —Dijo cada sílaba con un toque un poco más urgente que la anterior.

Namjoon de pie en el umbral de la puerta, cerró los ojos, apretó los puños y suspiró profundamente antes de decidir devolverse y tomar la mano que Seokjin seguía manteniendo en el aire.

—Estoy aquí —Susurró tratando de evitar el temblor en su voz.

—Tengo miedo —Seokjin abrió sus ojos y lo miró directamente, su mirada aún poseía el brillo inconfundible del alcohol —No quiero perderte, no quiero que te suceda nada, porque si tu te vas yo esta vez no sobreviviría, no podría...

—Jin...

Namjoon posó una mano en su frente e intentó consolarlo, pero Jin volvió a interrumpirlo, parecía tan perdido y se comportaba casi como si pensara que Namjoon era un espejismo, como si estuviera confesandose a sí mismo. Y quizás así fuera, porque Namjoon estaba seguro que en sus cinco sentidos Jin jamás habría admitido todo lo que dijo aquella madrugada.

—Estoy tan enamorado de ti, intente no hacerlo, lo intenté mucho pero no pude contra ti, perdón, perdóname —Entonces Seokjin cerró los ojos y giró el rostro mientras seguía murmurando pero ya no hablaba con Namjoon —No cumplí mi promesa de amarte a ti para toda la vida, me enamoré de él, si lo conocieras, si lo conocieras...