Yo seré su reina.

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La morocha mantuvo silencio, aunque diera vuelta su memoria buscando la respuesta, no sabía de lo que Sakura hablaba, ella nunca había visto a Itachi sin camiseta.

- Estamos esperando su respuesta señorita Izumi. Usted misma dijo que habían mantenido una relación amorosa, debe saber la respuesta- el juez del caso incentivó a la respuesta.

- No quiero faltarle el respeto al príncipe al hablar de nuestra intimidad- respondió rápidamente entonces, tratando de ganar tiempo.

- Autorizo a que respondas Uchiha-san, como Sakura dijo, no tengo nada que ocultarle a mi pueblo. Si esto ayuda a que la verdad salga a la luz, hare lo que este en mis manos- Itachi le respondió rápidamente, no querían darle aún más tiempo.

- Yo...yo...-Nada se le venía a la cabeza, estaba contra la espada y la pared.

- No sabes que responder, porque nunca lo viste- comenzó a responder Sakura por ella. -Sabes que estas mintiendo. Difamaste a un buen hombre, a un príncipe- Mientras hablaba, se iba acercando a la joven, que lejos de sonreír con sorna, como lo hacía unos minutos atrás, su rostro era cubierto por miedo y bronca- Nunca viste a Itachi sin camisa, porque nunca te acepto de esa forma, siempre fuiste solo una prima para él, nunca te vio como una mujer, nunca te quiso-

Sakura sabía que muy probablemente se estaba pasando, que no estaba bien decir esas cosas, pero mierda que estaba enojada, furiosa. Izumi lo había hecho malditamente público, ¿Qué clase de persona acorralaba de esa forma a la persona que decía amar?

Por el contrario, la morocha miraba a la pelirosa. La odiaba, la detestaba tanto. Si tan solo no hubiera aparecido, el pueblo hubiera condenado a Itachi a casarse con ella, pero no solo la estaba exponiendo de esa manera, sino que ahora la humillaba.

- ¡Eso es porque tú te metes en el medio! - Grito entonces, sacada.

-Nadie se puede meter en medio si no hay nada- Aporto Sasuke a la discusión. Estaba contento, alguien por fin ponía en su lugar a esa mujer tan manipuladora y cínica.

-Contesta la pregunta, Izumi Uchiha- la voz imponente de Mikoto corto la situación de forma rápida, no quería que se extendiera aún más la situación. -Por favor, pueblo e iglesia, aquí bajo la mirada de Dios, obliguen a esta mujer a contestar la pregunta que la princesa Sakura le realiza. Que demuestre que no miente-

Ver a la reina imponerse de esa manera era raro para todos, siempre la habían visto tranquila, apoyando a su esposo e hijos, nunca peleando por nada.

De pronto, los aldeanos presentes comenzaron a gritar, exaltados. Era como si la ira se permeaba en ellos, respondiendo al llamado de la reina.

Muchos murmuraban o gritaban sus conclusiones, que si la mujer no podía identificar detalles como eso no podría existir una relación, que si era real él bebe, incluso si existía seria del príncipe o de otro hombre.

Los que antes parecían conmovidos por la historia que Izumi había contado, ahora se permitían ver los huecos, los rumores de que no era bienvenida en el palacio, como ella acosaba al Uchiha, y demás.

-No es verdad...- la desesperación bañaba la voz de Izumi- Itachi y yo nos amamos... estamos destinados a estar juntos-

-Nunca te permití creer eso- la interrumpió Itachi. Ahora que hablaba el público presente ya no lo abucheaba como antes, esta vez, le permitieron decir- Siempre te dije que solo me casaría con la mujer que amara, si de no encontrarla, lo había con la mujer a la que se me prometió por mi cargo. Tuve la suerte, que ambas resultaran ser la misma persona, quien amo y quien me fue prometida-

Todos escuchaban atentos las palabras del joven. Nadie se esperaba una confesión de esa magnitud de forma tan publica y repentina, ni siquiera Sakura.

A ver, es que, si se lo plantaban desde la perspectiva de la pelirosa, el joven un día había dicho que la enamoraría, y si, había tenido cientos de detalles muy lindos, igual que cada vez se volvían más unidos, pero... nunca espero amor de él.

Si era honesta, pensó que quizá tendrían una especia de amistad en su casamiento, y que quedaría ahí. Fue enormemente grata la noticia de que él la amaba, que se sentía tan feliz que lo gritaría de esa manera, reconociéndola.

-Eso es mentira. Itachi-kun, yo puedo hacerte más feliz que ella- insistió la morocha, que se paró de su asiento y se arrojó a los brazos del príncipe.

En un rápido movimiento, Itachi se apartó, no quería que lo tocara, no la quería cerca.

-Deja de avergonzarte y embarrar nuestro apellido- Sasuke se paró, y se colocó al lado de su hermano, demostrándole su apoyo.

- ¡Todo esto es tu culpa! -arremetió entonces contra la Uzumaki.

-Yo no hice nada Izumi, tu amor con Itachi siempre fue unilateral. Lo único que he visto es como él te rechazaba una y otra vez- Comenzó a hablarle de forma lenta, le estaba comenzando a dar pena la podre chica, ella realmente parecía creer que había una relación entre ellas.

- ¡Eso no es verdad! ¡Siempre me quiso, me cuido y me dio regalos! - Sus ojos negros estaban completamente abiertos, no dejaba de gritar y comenzó a llorar.

-Eres su prima Izumi, tu padre es dueño de un cargo importante en el palacio y eres su única hija, por favor, entiende- Sakura trato de razonar, su se acercó a la chica en el suelo, tratando de ayudarla a respirar mejor y calmarse.

Sorpresa fue para todos cuando la pelirosa recibió una fuerte cachetada por parte de la Uchiha.

Fue entonces cuando todo se descontrolo.

Itachi salto rápidamente al lado de la mujer que amaba, para chequearla y ver la herida de su labio que sangraba.

Sasuke y otro de los guardias rápidamente corrieron a agarrar a Izumi que pretendía saltar hacia ellos y volver a atacar a la princesa. Nunca llegaría, el morocho no lo permitiría, pero de todas formas la sometieron en el suelo.

El pueblo también comenzó a gritar. Ellos amaban a la princesa de cabellos rosados, ver cómo era agredida los había exaltado y comenzaron a intentar traspasar la barra de guardias que los separaba de aquel escenario improvisado.

- ¡Suficiente! - la voz de Fugaku corto a todos, era tan fuerte e imponente el tono que todos acataron rápidamente.

- ¡Me robaste a mi hombre! ¡Eres una gran puta! - Izumi fue la única que se resistió a la orden del Rey, manteniendo sus gritos e insultos.

- ¡Izumi ya cállate! Solo estas empeorando las cosas para ti- Sakura, a pesar de que fue golpeada por la chica, se apiadaba un poco, porque realmente la joven debía estar mal y desesperada para contradecir al mismísimo rey.

- ¡Tú no eres nadie para decirme que hacer! - no se detuvo- ¡Te la pasas dando vueltas por el palacio, como si fueras la dueña del lugar! ¡Quien te tiene en brazos ahora es mi hombre! ¡MIO! -

Esa fue la gota que rebalsó el vaso, fue todo lo que la pelirosa pudo aguantar.

Se alejo de los brazos del Uchiha, quien se mostro reticente, pero al ver como ella realmente quería soltarse de su protección, no pudo hacer mas que dejarla ir. Vio como Sakura se puso de pie y camino hacia Izumi.

Todos la observaban, la gran aura imponente que estaba dominando era tan fuerte que de alguna forma volvió aun mas pesado el silencioso aire.

Mirándola desde arriba, con alteza, expulso las siguientes palabras.

-Soy la dueña del lugar Izumi. A diferencia de ti, yo soy una princesa, mi lugar es el castillo, me casare con Itachi, seré su reina y protegeré tanto al pueblo como a él de mujeres como tu- finiquito.

Los modales hacen al hombre. ItaSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora