SECUESTRO

1-Secuestro

Narra Alexa

Siento sus brazos en mi cintura me giro para besar su boca sonríe como un niño chiquito, estoy tan enamorada de Fabricio que no sabría vivir sin él. Me ayudó en momentos críticos de mi vida, hace tres años que mi hermano menor falleció por culpa de las drogas fue muy duro para mí y entonces estuvo él a mi lado para sacarme del hoyo en el que estaba, sólo quería morirme. Desde entonces que me vive cuidando es más preocupado que mi propio padre, hace todo por verme feliz.

-Esta noche iremos al restaurante que tanto te gusta.- peina mi cabello.

-Te amo.- lo abrazo.- Me debo ir a trabajar, nos vemos amor.

Camino por las bellas calles de Madeira escuchando música, de pronto siento un gran alboroto la gente esta corriendo hacia todos lados, saco mis audífonos y escucho unos fuertes disparos, mis latidos se vuelven más intensos empiezo a correr lo mas rápido que puedo, hoy en día la gente esta demasiado mala y en cualquier momento puedes recibir una bala en la cabeza, temo que algo malo me pueda llegar a pasar.

Saco el aliento hasta que llego al banco, mi trabajo consiste en otorgar créditos con alto interés a personas que se mantengan en determinadas inversiones, por lo general sólo personas de la alta sociedad lo piden.

Sonrío a la chica que me asignaron para que la ayude en su práctica, por lo visto debe tener unos 20 años, yo tengo 24. Escucha atenta las instrucciones del jefe mientras yo analizo unos datos en el pc.

-Así que tú eres Alexa Guerreiro, es un placer poder conocerte.- me da su mano.

-No sabía que me conocías.- observo su cara de amabilidad.

-Tú padre salvó a mi hermano de que unos sicarios lo asesinaran es el mejor policía que he visto y ahora es un honor poder trabajar a tu lado, por cierto soy Emma Silva.

-Querida Emma mi padre es bueno en su trabajo aunque a veces no debería arriesgarse tanto, hace nada estaban disparando en las calles, por eso llegué tan agitada.

-Yo vivo en un barrio terrible, adolescentes de 16 años andan drogados, todos tienen armas, cada día que llego a mi casa siento miedo de que alguien venga me secuestre y termine por ahí botada sin vida.- se abraza a si misma.

-Estás siendo un poquito dramática, a mí mi novio me protege mucho si algo así me pasara haría hasta lo imposible por encontrarme.- sonrío pensando en él.

-Sólo puedo decir que hoy en día no se puede confiar en absolutamente nadie.

-Mejor te voy a enseñar.- le paso unos archivos para que los ingrese a la base de datos.

De seguro Fabricio movería cielo mar y tierra, además él siempre hace las cosas bien no se mete en ningún problema.

**

Resulta que Emma es bastante buena para charlar creo que nunca había hablado tanto en un día, es una buena chica solo que tiene que aprender a filtrar lo que dice, me contó toda su vida desde los primeros recuerdos que tiene hasta ahora. A su hermano casi lo matan porque pidió un préstamo a la gente equivocada, sólo se que hay un grupo que mi padre lleva años tras ellos, según sé por lo que me contaba se hacen llamar los Damnatus, dicen que son lo más peligroso que hay nadie ha salido vivo de ahí y nunca dejan rastro, a veces salen de caserío por las noches y matan gente por diversión.
La verdad es que yo no me creo todo esto es solo un rumor para asustar a los jóvenes y que no salgan de fiesta.

Me pongo un vestido celeste que llega hasta la rodilla, agrego un poco de maquillaje a mi rostro y me pongo una chaqueta encima de este, las noches se ponen bastante frías.

Entro en el lujoso restaurant, está en una mesa junto a la terraza sonriendo con un ramo de rosas en las manos. Me saluda con un beso en mi mano.

-Estás radiante querida.

-A que se debe esto amor?.- observo la vista al mar.

-Hace un tiempo comencé un importante negocio luego de varias conversaciones hoy logré cerrarlo, así que un brindis.- me da una copa de champán.

-Te lo tenías bastante guardado.- beso su boca.

-Digamos que era ilegal.- ríe jugando.

-Cariño si tu no matas ni una mosca.

-Me conoces tan bien.- me abraza.

Que ganas de estar a solas con él, digamos que sexualmente hablando nos llevamos súper bien, me cumple mis fantasías y yo se las cumplo a él.
Solo quiero casarme tener hijos, vivir una vida normal y ser muy feliz a su lado por siempre.

El mesero llega con la comida se ve buenísima son unas almejas a la Bulhão Pato, es uno de mis platos preferidos podría estar siempre comiendo de este.

Conversamos al rededor de una hora, llama al mesero y pide el postre, yo me pongo de pie para ir al baño.
Lavo mis manos con calma hasta que escucho que disparan, los gritos de la gente inundan mis oídos, me encierro en uno de los retretes. Estoy temblando, Fabricio está ahí afuera por favor diocito cuídalo, me sobresalto al sentir que patean la puerta principal del baño creo que el corazón se me va a salir, veo que unos pies caminan alrededor.

-Acá no hay nadie.- habla el sujeto y sale.

Me mantengo ahí por unos minutos hasta que ya nadie grita, abro de apoco la puerta sin hacer ningún ruido camino lentamente, de seguro fue un asalto y solo querían el dinero de la caja, siento que mi piel se eriza por completo, trago saliva llorando.
Una chica con el rostro tapado tiene una pistola es mi cabeza, me toma fuerte del brazo y me lleva hacia donde los otros sujetos.

-No será necesario matarlo, esta chica es su novia.- me ata las manos.

Lo miro cayendo de rodillas al piso, lo tienen todo golpeado su rostro esta lleno de sangre.

-Tienes dos meses para lograrlo o esa preciosura estará bajo tierra.- sonríe un idiota golpeandolo.

-Déjala por favor, ella no tiene la culpa de nada.- me mira a los ojos con tristeza.

-Que está pasando amor.- apenas logro hablar.

-Llevatela de aquí.- le ordena a la chica.

Intento resistirme pero es más fuerte y me saca a rastras.

-Te sacaré de esto amor, te amo.- escucho sus gritos.

Me mete dentro de una furgoneta grito tan fuerte como puedo, siento un gran golpe en mi cabeza.

-Ahora estas bajo el poder de los Damnatus.- me mira a los ojos.- Estás oficialmente secuestrada.- cubre mi rostro, no logro ver nada.

Escucho como aceleran, no puedo creer esto, en que te metiste Fabricio.

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Noo, su vida acaba de cambiar!!

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