26-Huir O Morir

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Narra Beatriz

Salgo corriendo tras ella sin lograr alcanzarla, se entra en la casa de Mateo y cierra me cierra la puerta en la nariz.
Golpeo con todas mis fuerzas insistiendo en que me abra, no me queda más remedio que abrir una ventana para entrar, se sobresalta al verme frente a ella.

-Aléjate.- me ordena furiosa.

-Por favor carita de ángel te debo explicar lo que está pasando.

-Vete a la mierda Beatriz.- me da una bofetada que me deja algo aturdida.- Tu me hiciste creer que estabas muerta mientras aquí estas viviendo una vida como la ama y señora del peor narcotraficante que hay.- llora con rabia.

-Perdóname.- la abrazo contra mi pecho.

-Sabes lo mal que la he pasado, Sabina me dijo que estabas muerta y no sabía que hacer hasta que sentí una corazonada que podías estar viva, me ayudó a llegar hasta acá, pensé que estarías en un calabozo siendo torturada pero veo todo lo contrario.

-Al principio yo también creí que había muerto esa noche hasta que desperté aquí llena de cadenas, la única forma de quedar viva era aceptando ser la mujer de ese idiota.- hago que me mire a los ojos.- Si aún estoy viva es porque el amor que te tengo me mantiene en pie, no puedo creer que estés aquí por mi.

-Dime una cosa.- se aleja sentándose en el sofá.- Si yo no llego hasta acá, jamás te hubiese vuelto a ver?.

Masajeo mi cabeza.

-Crees que te dejaría ir así como así, tu me encantas.- me gano al frente de ella en cuclillas, pongo mis manos en sus rodillas.- Me prometí a mi misma que el día de mi cumpleaños me iría de toda esta mierda a buscarte a ti, porque tu carita es la que veo en cada momento y ahora estas aquí.- no aguanto y me lanzo a sus labios.

-Te odio.- susurra sobre estos.

La beso con deseo y pasión, se resiste un poco hasta que empieza a ceder, me toma de la cintura haciendo que quede sobre sus piernas, la tomo del cuello devorando de este con dulzura, echa su cabeza hacia atrás disfrutando de lo que hago, paso mi mano por entremedio de sus pechos bajando un poco el escote que lleva, mojo mis labios con mi lengua y los paso por esa zona bajando cada vez más, muerdo uno de sus melones por encima del sujetador, me aparta bruscamente haciendo casi caiga.

-Lo siento mi carita de ángel me descontrolo al tenerte así, no quería hacerte sentir incómoda.- beso su frente.

Me toma de los brazos llevandome a la habitación le pone llave a esta para que nadie entre, me empuja a la cama quedando tumbada en esta, desabrocha su vestido quedando en ropa interior, vaya esto si que no me lo esperaba, se gana arriba de mi besándome mientras acaricia mis muslos, siento esas cosquillas recorrer todo mi ser, la necesito, la deseo, solo quiero estar con ella. Pongo lentamente mis manos por su cuerpo haciendo que este cómoda, hago que su respiración vaya a un compás con la mía.

-Estoy lista para entregarme a ti.- me mira a los ojos.

Nos desnudamos la una a la otra dándonos miles de caricias, ya no importa que afuera de esta casa hay muchos matones, que mi cara esté por todo Portugal en busca y captura, que la persona que amé me traicionó de la forma más fea, que estoy sola sin ningún ser querido, que estoy bajo un secuestro constante, ya nada de eso importa porque a su lado soy la persona más feliz del mundo.

Hacemos que nuestros cuerpos se vuelvan uno dándonos un alto grado de placer, nos frotamos la una con la otra, sus gemidos hacen que me sienta aun más mojada de lo que ya me tiene es un éxtasis maravilloso, nos deboramos hasta que ambas llegamos a un orgasmo, sonríe besando mi frente.

-No pensé que íbamos a acabar en estas circunstancias.- me gano sobre ella.

-Esto si que ha sido un orgasmo.- ríe apretando mi trasero.

-Me encantas.- beso sus pechos.

Sigo bajando mientras acaricio su clítoris, sus suspiro aumentan nuevamente, introduzco dos dedos haciendo que gima, aprovecho para languetear sus pezones dando leves mordiscos en estos, se retuerce bajo mi cuerpo, de apoco se empieza a desbordar como una fuente, vaya que deseaba tener así. Subo dejando besos por todos lados hasta acurrucarme en su cuello.
La puerta se abre de golpe haciendo que nos separamos, nos cubrimos con las sábanas.

-Pero que es esto?.- habla Mateo.

-Somos dos chicas dándonos placer.- me pongo el vestido.

-Te lo puedo explicar.- lo mira tímidamente.

-Primero póngase algo.- se da la vuelta.

Nos vestimos lo más rápido posible, supongo que es el momento en el que nos dan un tiro.

-Estamos listas.

-Mi padre las va a matar.- nos toma del brazo para llevarnos.

-Y por qué no lo haces tu, al fin y al cabo adoré cuando maté al psicópata de tu primo.- intento provocarlo.

-Cállate perra.- me una bofetada.

Acaso a todos se les ocurrió que hoy me podían lastimar la mejilla o que.

Me quito de su agarre, lo golpeo con todas mis fuerzas haciendo que suelte a Alexa y ponga toda su atención en mi, empezamos una lucha de golpe a golpe entre ambos, tengo la nariz y boca sangrando. Saco fuerzas dándole un gran puñetazo en su ojo derecho, se enoja aún más y me toma del cuello levantándome de este, la respiración se me empieza a cortar, pataleo con mis piernas, ahora si estoy jodida. De pronto siento que me suelta cayendo a mis pies, quedo sorprendida al ver que le quebró una botella de vino en la cabeza, eso si que no me lo esperaba, tapa su rostro temblando, no hay tiempo para estar aquí, la tomo de la mano haciendo que corra conmigo lo más lejos posible de este maldito lugar lleno de muerte y droga.

Llegamos a lo que parece ser un limite de la hacienda ya que se ve que hay muchos hombres armados alrededor vigilando el recinto, observo lo que parece ser nuestra salvación.

-No estarás pensando en subirnos en eso?.

-Eso se llama caballo.- me acerco hasta hacerle cariño, es grande de color negro.- Ven que te ayudo a subir.

De mala gana lo hace, me subo enseguida quedando abrazada por su espalda.
Vemos como se acercan las luces de los autos a por nosotras.

-Ni siquiera tenemos un lazo para afirmarnos, nos vamos a caer.

-Pero yo tengo una pistola y con eso nos basta y nos sobra, cuando yo te diga vas a hacer correr el caballo.

-Esto es huir o morir.

-Tu lo has dicho carita de ángel.- giro su rostro y deposito un tierno beso en sus labios.- Ahora has correr este animal.

Le pega con sus piernas y sale echo una bala, dios esto es como estar sentada en algo con aceite, rezo para que no estampemos nuestras caras contra el piso eso sería una desgracia.
Disparo deshaciendome de los guardias que cuidan el gran portón de salida, el caballo se asusta y corre aun más fuerte, siento una libertad en mi corazón al cruzar ese maldito limite que me tenía presa.

Nos escabullimos por entre los árboles, espero que este sea el fin de un nuevo comienzo a su lado.

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Esperemos sea lo mejor!!

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