𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 .𝟏𝟏

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|𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡'𝗦 𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧|

ºº⁷

Siete caminaba por el bosque persiguiendo a Eddie a paso veloz. Estaba muy alterado.

—¿Que voy a hacer!—decía casi arrancandose el cabello de su cráneo.

—Eddie...

—Esta muerta, viejo. ¡Muerta!

—¡Eddie, espera!—le grito tratando de tomarlo del brazo. —Calmate.

—¡Como quieres que me calme? Viste lo que le pasó a Chrissy—dice volteando a verlo.

—¡Si la vi!—le grito. —Y gritar no va a hacer que reviva...

Eddie se tapó los ojos y se puso en cuclillas. Siete sólo se pone en frente de él tratando de no molestarlo. Pero ya era tarde y necesitaban ir a un lugar.

—Vamos, levántate Eddie... Tenemos que ir a algún lugar en donde pasar la noche mientras resolvemos esto—le dice dándole algunas palmadas en la espalda.

º¹²

Doce traía sus patines colgados en su cuello como collar. Ella cuando iba a la pista llevaba sus propios patines. Volteo a ve a los chicos los cuales estaban muy serios.

Había llamado a la ambulancia y atendieron a Angela. Casual.

Los chicos dijeron muchas cosas raras sobre llantas de patines las cuales algunas hicieron reír a Doce.

Cuando llegaron a la casa de los Byers  los recibió una música rara y un hombre cocinando.

—Vaya, Vaya, Que alegría volverlos a ver—dice el señor con barba que Doce reconoció.

—Hola, Murray—Doce sonrió confundida.

—¿Quien es su nueva amiga?—les pregunta Murray.

—Es Doris... Se quedará esta noche aquí—dice Jonathan.

—¡Perfecto! ¿Les gusta el risotto?—pregunta sonriente.

En poco tiempo estaban comiendo en el comedor. Era agradable estar en una mesa con tantas personas.

En el poco tiempo, Joyce llega y se sienta a comer, había ido al baño antes. Sonriente.

El señor Murray les estaba platicando sobre cómo llegó a visitarlos y fue una basura. Doce sabía cuando le estaban mintiendo, y claramente ocultaban algo, pero no preguntaría, ya que ella también tenía secretos.

De pronto, Joyce comenzó a hablar de un viaje de negocios y después se dirigió a Doce.

—Es por eso que, quise hablar con tu hermano, creo que yo no podré cuidarte estos días que no estaré... Pero no me contesta—dijo Joyce.

—No importa, trataré de hablar con mi otro hermano. Es que no a llegado a casa desde ayer en la tarde... Puede que el pueda cuidarme— O me cuido sola, da igual... Pensó Doce.

—¿Los esquimales aún viven en iglús  o ya se mudaron y viven en los suburbios?—pregunta el amigo de Jonathan.

—¿Quien es él?—pregunto Murray apuntando con la cabeza a Argyle.

𝙎𝙏𝙍𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 | 010.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora