𝙎𝙏𝙍𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 | 010.2

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 .𝟑𝟎

|𝗪𝗜𝗧𝗛 𝗣𝗥𝗜𝗩𝗜𝗟𝗜𝗚𝗘|

ºº⁷

Siete estaba siendo sacudido por Eddie, Steve le gritaba frenético, mientras que Nancy, Dustin y Robin revisaban la mochila de Siete sin encontrar un indicio de que tipo de música le gustaba... Max le puso sus audífonos a Siete, pero no reaccionaba.

—¡En serio no saben, es su amigo!—les grita Nancy a Dustin y a Eddie.

—¡No puedo saberlo todo! No habla mucho de él...—responde Eddie. —¡Vamos Ben, no flotes!

—¡Eddie!—le habla Dustin en medio de toda la conmoción. El chico le pone la mano en el hombro del mayor y lo sacude. —La canción, la canción que a veces tarareaba...

—¡Es verdad!—le da la razón Eddie dando un salto.

—¿Qué canción?—les pregunta Steve, esa misma pregunta se repitió por todos los presentes desesperados.

Eddie cierra los ojos tratando de recordar al igual que Duston, estos hacían un sonido con sus bocas tratando de replicar el tarareo de Siete. Siguieron por unos segundos hasta que Nancy supo que canción era la que estaban tarareando... No obstante, no pudo decir el nombre cuando Eddie abre los ojos y le quita de forma lenta los audífonos a Siete asintiendo, al parecer él también sabía...

—"I... I wasn't jealous before... before we met..."—comenzó a cantar Eddie un poco nervioso, nadie sabía que se sabía esa canción por Siete.

—¿Esa canción es la que creo?—le pregunta Robin a Nancy y esta asiente.

—"... Now every woman i see is a potential threat... And am possessive, it isnt't nice. You've heard me saying that smoking was my only vice..."— sigue cantando  Eddie viendo como en un momento Siete parpadea, le sonríe. —"... But now it isn't true... Now Everything is new..."

Robin aplaudía con el ritmo de la canción, y los demás la siguieron.

—"...And all i've learned..."—Steve cantaba junto con Eddie que aplaudía tratando de que Siete lo escuchara. —"...has overturned..."—Nancy les siguió. —"...¡I beg of you!"—Siguió Robin casi llorando frente a Siete.

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Siete corría por el bosque, no sabía de dónde salía ese sonido, era familiar, pero no importaba cuanto lo buscara, sentía que se perdía más...

—Deja de huir, Siete. No puedes hacerlo aquí—le dice Vecna, Siete veía a todas partes y su figura no estaba a su alrededor. Era una voz en su cabeza de la que no podía escapar. —¿A dónde irás ahora?

—¡Déjame en paz!—grita Siete corriendo.

El camino se acortó y cuando se teletransportó apareció en el laboratorio, las paredes estaban limpias, y no había nadie en los pasillos.

—¿A dónde planeas huir ahora? Tu mente te traiciona, Siete...

—¿Qué mierda quieres de mi?—pregunta a su alrededor.

—¿Dónde está Doce?—pregunta paralizando a Siete.

—"...¡Don't go wasting your emotion...Lay all your love on me!"—escuché de alguna parte, no era la voz de Vecna, eran muchas y las conocía. Le gustaba esa canción.

Siguió las voces cada vez más fuertes entre los pasillos. Vecna seguía preguntando por Doce, esas preguntas no las iba a contestar. Doce tenía suerte de que esa cosa no supiera donde estaba, deseaba que nunca lo supiera, protegió toda información cerrando la boca. El camino se hacía largo y una especie de impulso lo estaba empujando hacia atrás.

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—¡Vamos Ben!—le gritó Lucas viendo como sus ojos comenzaron a moverse viendo a su alrededor, pero seguían blancos. Estaba teniendo distintas expresiones entre ellas de dolor y de lucha.

—¿Qué está haciendo?— preguntó Max al ver como Siete se forzaba a moverse sin tener exito. —¿Yo hacía eso?

—No...—le responde Lucas mientras todos seguían cantando como locos. —...Ben debe de estar haciendo algo.

Siete seguía moviéndose hasta que la canción se acabó, y fue así que Siete volvió a estar quieto. Todos se asustaron cuando le comenzó a sangrar la nariz.

—Oh, mierda—murmuró Eddie enojado.

—¿Ben?—lo llama Robin.

Siete en ese instante, cuando Robin trató de limpiarle la sangre de la nariz, cierra los ojos y cae hacia atrás.

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º¹º

La ilusión fue convincente, ahora ellos sabían que Diez vivía, y estaba buscando una forma de volver. Ninguna prisión lo iba a detener, ni siquiera una creada por su cabeza.

Después del incidente, su máquina amplificadora se averió, frió los cables y destruyó cada tornillo. Lo único que lo mantenía con vida era su valor científico. No sabían cómo crear más como Diez. Aprendió a exigir su derecho como soldado valioso de esa prisión. Aunque era verdad que no siempre era escuchado... siempre podía meter un poco de presión.

Estaba pensando en eso cuando se encontraba con el líder de la ala este, en donde se encontraba el americano.

—не могу пройти солдат— "No puede pasar soldado" le dice haciendo que Diez sonriera de lado.

—Это не вопрос. мне не нужно твое разрешение— "No es pregunta. No necesito tu permiso" responde moviendo la cadena del cuello del líder con la mente. Cada vez más arriba asfixiándolo. Esté por la poca presión de aire accede a dejarlo pasar para que viera a los prisioneros.

Ahí nadie se atrevía a tocar ni mirar a Diez. Era un ser lejano a ellos. Negó con la cabeza y siguió hasta llegar a las celdas notando que no había nadie. Estaban pasándolos a la arena, cosa que lo asustó.

Los llevaron más allá, antes de un duelo les daban su última cena. Se preocupó al entender que estaban por enfrentarse a esa cosa que llamaban demogorgon. Tenía que hacer algo para evitar que los mataran o al menos tratar de darles ventaja. Pero ni siquiera a Diez lo dejaban acercarse demasiado a esa cosa.
¿Tendrían planeado enfrentarlo al Demogorgon algún día?

Era su plan, nadie le mentía.

—Визит окончен, солдат. Вернись— "La visita a terminado, soldado. Vuelva" le dice el encargado de abrir y cerrar la puerta.

—Завтра... я буду в бою— "mañana... voy a estar en la pelea"

—-У вас нет разрешения присутствовать—"no tiene permiso para asistir" comenta el guardia mientras ve a Diez girar para verlo.

—Сколько раз мне придется ему говорить? мне не нужно разрешение— "¿Cuantas veces tengo que decirle? No necesito permiso"