𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑. 𝟏𝟔

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|𝗖𝗔𝗟𝗟 𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗨𝗡𝗘𝗥𝗔𝗟 |

º¹²

Ni siquiera tuvieron tiempo de pedirle alguna explicación a Doce. Se concentraron en ver a Once en la comisaría, pero no los dejaban pasar tenían que ser los padres o tutores de Once.

—Solo déjenos pasar, anciana—le dijo Doce. —No está su madre.

—Somos sus hermanos. Somos familia, por favor dejemos verla—continuo Will tratando de apaciguar lo que había dicho Doce.

—No puedo hacer eso, ¿Quieren verla? Busquen a su madre—dijo la resepcionista.

Doce estaba tentada en controlarla. Pero vio que Mike salió de ahí y vio el camión en donde estaba Once alejándose.

º¹º

No tenía muchas ganas de estar ahí. Estaba en frente del tanque, le costaba mucho dar el paso para entrar. Por un mal momento, los doctores lo fuerzan a entrar.

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Abrió lo ojos y se encontró en el vacío. No tenía zapatos y el piso había agua... No recordaba haber estado ahí antes. Estaba un chico sentado, no lograba identificarlo del todo o porque lo estaba viendo.

Castaño de ojos verdes. Nervioso, algo había pasado.

¿Diez? ¿Puedes escucharnos?—identificó la voz del doctor Zorov. No contestó. Estaba hipnotizado con el chico que tenía al frente de él.

Diez era tan invisible en su presencia que le inquietaba.

—¿Will?—pronunció confundido. Sabía que era él aunque nunca lo había visto.

Levantó su mano y con sus dedos resa su mejilla. No lo tocó, pero como si lo hubiese hecho. El rostro de Will se levantó y aunque Diez sabía que no lo podía ver, sus ojos estaban al frente, como si realmente sus miradas se cruzarán.

—Will...

Sus dedos pasaron a sus sienes, tenía que saber como se conocieron... Que había pasado, y si esa era su única oportunidad... Tenía que aprovecharme.

—No voy a lastimarte, Will. Solo veré un poco—dijo en un susurro, aunque sabía que no podía escucharlo... O tal vez si.

¡Diez!—otra vez ese ruidoso doctor. No le tomo importancia y vio a través de los ojos de Will las respuestas.

Era una noche lluviosa, sintió el frío en su cuerpo y la tierra en sus pies. Algo había en su mano izquierda. Un pajaro rojo. Cuando lo levantó para verlo vio la sangre irse con el agua de lluvia y en frente de ella, un chico.

—Will—dice mientras camina a él.

—¿Diez?

La imagen se perdió, los recuerdos de Will lo golpearon. Su cabeza se fue hacia atras y seguido su cuerpo.

Los doctores sacaron a Diez del tanque con una nariz ensangrentada y un cuerpo tembloroso. Sus pupilas dilatadas eran preocupantes y aún así, Diez no dejaba de llamar a Will entre murmullos.

𝙎𝙏𝙍𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 | 010.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora