𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑. 𝟐𝟒

458 70 11
                                    

|𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗦𝗘𝗡𝗦𝗜𝗧𝗜𝗩𝗘 𝗖𝗛𝗜𝗟𝗗|

ºº¹

Uno despertó en su cama muy desorientado. No podía moverse, no podía mover los párpados con naturalidad, implicaba un gran esfuerzo.

Once.

Eso activo su movimiento corporal. Se levantó despacio. Cuando tuvo el equilibrio suficiente fue a la puerta y salió. Necesitaba asegurarse de que Once estuviera bien.

—Uno, no puedes entrar—le comienzan a decir mientras el caminaba hasta el proyecto Nina.

—Si no quieren que entre tendrán que obligarme—les dice abriendo la puerta. —Y nadie puede hacerlo.

Entró y subió las escaleras hacia la cámara de estudio. Ahí estaba Brenner y Owens monitoriando a Once.

—¡Como se te ocurre!—le grito a Brenner.

—Uno, se que estas molesto.

—¡Molesto!—eso hizo que todos los presentes se le quedarán viendo. —La drogaste. La metiste en Nina sin siquiera preguntarle si quería... Exponerla así le hará mal, lo sé.

—Once es capaz de soportar esto y mucho más.

—Es una niña.

—No es solo una niña...—siguió Brenner.

—Lo es. ¡Todos éramos unos malditos niños!—le grito.

—Uno, tienes que calmarte—le pide Owens.

—¿Tu estas de acuerdo en esto?—le pregunto. Estaba enojado.

Owens agachó la cabeza. Estaba muy molesto. Podía apagar todo, pero comprometería a Once. Vio a las pantallas, nervioso y en completo pánico.

ºº⁷

Se quería morir pronto. Estaba tan agotado que apenas podía abrir un ojo. Lo que había pasado en el asilo lo estaba perturbando. En eso, el radio se escucha. Se trata de levantar, pero Nancy agarra su cara y la vuelve a poner sobre el cojín.

—Sigue durmiendo, recuperate. Yo atiendo—le dice mientras toma el radio.

Estaba totalmente en desacuerdo. Cerró los ojos para descansar, pero cuando lo hizo, Nancy y Dustin habían salido corriendo.

—Necesito ir al baño— iba a levantarse cuando sintió un peso encima de él. —Robin, necesito ir al baño...

La chica, quejándose se movió. Después de ir al baño escucho el radio de nuevo.

—Soy yo.

—¿Ben?

—Si soy. ¿Que paso?—pregunto Siete tomando su chaqueta del suelo. Ayer había llegado muy débil como para cambiarse. Y de ahí la pregunta, ¿quién se atrevió a vestirlo?

—Le dije a la señorita Wheeler que necesitaba comida. Alimento para este cuerpo—dice. Siete ahogo su risa para no despertar a los demás.

𝙎𝙏𝙍𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 | 010.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora