midnight mess | seongjoong

26

Hongjoong.

Le di a ver siguiente capitulo cuando mi celular comenzó a sonar. Fruncí el ceño y lo tomé de la mesita de noche, viendo en que la pantalla que decía "Yeosang".

Entonces atendí.

—¿Hola? ¿Ocurre algo? —pregunté—. Casi nunca me llamas.

—Hongjoong —se escuchaba alterado—. Algo pasó.

—¿Qué pasó?

—Es... —suspiró—. Es que no sabía a quién llamar.

—¿Sí?

—Bueno... Seonghwa no creo que me responda, Jongho no me respondería y no podría decirle lo que pasó a San, Yunho y Wooyoung.

—¿Qué, y Mingi? Pero, ¿qué pasó? No me has dicho —fruncí el ceño—. Te recuerdo que estoy embarazado, no me alteres.

—Ah, es que tiene que ver con Mingi —murmuró, como si no quiera ser escuchado. Me senté bien en mi cama y apagué la televisión—. Me besó.

—¡¿QUÉ?! —grité—. ¿Cómo? ¿Cuándo?

—Hoy... fuimos al Rolling and Food, lo conoces. Y a la salida me besó. En realidad, solo fue un roce de labios. Pero... —se detuvo por unos segundos y yo solo lo esperé—. No lo sé, me asusté y me fui. No sabía qué hacer. ¿Qué se supone que tenía que hacer?

—A ver, a ver. Ordenemos las cosas. En primer lugar, ¿te gustó? ¿te disgustó?

Pareció pensarlo, escuché sus "mmh" a través de la llamada.

—No me disgustó —sonreí—. No sé si me gustó. Estoy confundido.

—¿De verdad?

—Creo que... ¡Agh! —reí y apoyé mi cabeza en la pared. Miré mi vientre y lo acaricié, yo ya parecía una pelota grande—. Tengo miedo.

—¿Por qué?

—Porque... Nunca he tenido un novio, me siento tonto. Esto es nuevo para mi y no sé como actuar, no sé que hacer.

—No te apresures. Solo porque Mingi te haya dado un beso no significa que le tengas que corresponder. Me parece que le gustas, ¿sabes? Me da la impresión, y si es así él sabrá respetar tu tiempo. ¿Él también te gusta o...?

—No lo sé. Me gusta estar a su lado, las veces que hemos salido, de verdad me ha gustado. Es divertido, me escucha, me hace sentir bien.

—Entonces conócelo más, conócete tú también.

A veces Yeosang era muy inseguro de si mismo.

Y yo lo entendía.

Ese día, pareció ser una puerta de revelación para él. Porque en los siguientes días, lo veía compartirse miradas con Mingi y no sabia qué exactamente pasó luego de nuestra llamada, pero la tensión estaba ahí y era muy latente.

—Lo besé yo —me dijo esa vez cuando fui a la universidad a actualizar una información sobre mi retiro temporal.

—No me jodas, ¿de verdad?

—Sí, mi cara se puso roja después —sonrió, sus mejillas se abultaron, mostrando sus colmillos—. Pero estuvo bien, ahora si fue un beso de verdad y sí me gustó, por si te preguntas.

Uno de mis amigos estaba viviendo por eso, por primera vez, y era tan hermoso poder ver como sus ojos brillaban al solo mencionar el hecho.

Me hizo sentir celoso.

Pero era tonto, ¿por qué estaría celoso de él? Tenia que estar feliz, ¿no? Tenía que apoyarlo, claro que lo apoyaba. Pero... no lo sé, yo también quería algo así.