15.Pureza corrompida

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24 de marzo del 2020.
Dylan.

Detallo la sonrisa de mi novia mientras ella ríe y pasa el mechón detrás de su oreja. Es aproximadamente la décima vez que lee mi análisis de El Caballero De La Armadura Oxidada y aún no para de sonreír y volver a leerlo.

Sencillamente parece que no puedo ver a Lorena y solo pensar como lo haría un amigo, aunque no lo somos, pero me asusta que inmediatamente mi mente tome rumbo a otras cosas, como al día de ayer.

Había llovido bastante el domingo y las inundaciones no se hicieron esperar, por lo que pocos asistieron a clases y se hizo esta mierda de juntar las secciones pertenecientes a los mismo grados. Era un dolor de culo hasta que gané con eso ayer tener a Lorena dejándome tocar un poco más.

Ni siquiera fue algo planificado, simplemente había apoyado mi palma en sus piernas para agacharme a recoger algo y Lorena no se inmutó. Lo que me hizo querer experimentar un pocos más y dejar leves caricias por encima de su ropa o lo que ella se conformaba con bajar la cabeza y darme más accesibilidad. Y, joder, cómo me puso aquello. Estábamos en el fondo del aula y los maestros se conformaban con existir y chatear, lo que facilitó el proceso. Pero luego estaba esto de que Lorena no me miraba ni me decía nada, como ese ambiente incómodo que me encargué de romper mencionando nuevos temas.

¿Pero quién quita que eso pasó de mi cerebro? ¿Quién quita que ya no es solo verla rabiar sino que esto mutó a querer recibir más que el bello sonido de su risa? 

—Se venden como pan caliente, ¿cómo lo conseguiste? —Me miró expectante.

Sacudí mi cabeza agitando los pensamientos y acerqué mi rostro al de ella. Sus mejillas se tornaron de aquel color que tanto me gustaba mientras me miraba con ojos muy abiertos.

—¿Conoces el programa radial En el aire juvenil?

Todos lo hacen.

—Entonces conoces a Sabrina.

Lorena giró los ojos porque, claro, obviamente la saga era de Sabrina.

—Al equipo completo también.

—Eso, el gracioso es Darían, indudablemente mi hermano.

Formó una pequeña "o" con sus labios.

—Es un Pretty.

—Eso parece.

—Le pediste el favor.

—Casi. Sabrina se lleva bien con mi madre y todo escritor tiene más de una versión de su libro o copias.

—Es divina.

—A que sí.

Me alejé de su rostro y la oí soltar una larga respiración. Ah, suspira por mí.

¿Qué hubo tórtolos? —Naomi entró dando un leve movimiento a sus caderas que yo no me perdí. Detrás de ella contemplé lo que se hace llamar Jonas Meyer—. Con que casi y se dan un besito.

—Y tú siempre le dañas el rollo.—Me hice el que se ahogaba tosiendo y llevando mi mano al cuello al oír la voz.

Jonas, Naomi y Matías en el mismo lugar. Interesante.

Molestando a Lorena ✔️Where stories live. Discover now