꧁Cap. 8꧂

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Uraraka despertaba con un terrible dolor de cabeza mientras se encontraba recargada en una de las paredes del santuario de la Madre y mientras su vista se enfocaba, la voz de una mujer madura llegó a sus oídos, mientras se dirigía a su hijo:

—¡Katsuki, Uraraka despertó! Ve atenderla antes que se ponga peor— y entonces vio el rostro de la Madre sentada sobre la mesa mientras comía una de las frutas que los lugareños le había ofrecido ahora sabiendo el porqué.

Katsuki, quien estaba afilado su espada con una roca, dejó su labor y se acercó a Uraraka notando la confusión y el miedo en su mirada al ver el rostro tranquilo de Katsuki viendo la escena desde lejos.

—Es... Es... u-un fantasma— tartamudeó Uraraka cuando Katsuki se acercó a ella y se acuclillo a su lado.

—Debí haberte avisado— Se disculpó Katsuki mientras acariciaba levemente el rostro de Uraraka.

—¡Claro que si, niño tonto!— reprendió Mitsuki indignada —¿Cómo crees que reaccionaría un humano que no tiene conocimiento de la magia al ver un espectro como yo frente a ella?

—Ya te dije que no se me ocurrió, ¿esta bien?— dijo Katsuki algo enfadado por las reprimienda de su madre.

—Además, ¿cómo crees que me sentí yo al hacerle perder el conocimiento a mi nuera? ¡Me sentí fatal, Katsuki! Ten más cuidado en ese ámbito, idiota. ¡Sí sigues así vas a matar a tu reina antes de tiempo!

—¡Ya me disculpe, ¿qué más quieres, vieja bruja?!

—¡¿Cómo me llamaste, engendro?! A pesar que estoy muerta, ¿aún me sigues llamando así? ¡Soy tu madre, Katsuki!— Katsuki no respondío, sólo mantuvo un rostro irradiante de ira mientras murmuraba entre dientes lo que pensaba.

—"Ya deberías estar acostumbrada, es lo que eres"— Mitsuki dejó pasar eso por alto y acercándose a una más tranquila Uraraka por haber presenciado una escena algo graciosa de Katsuki peleando con el espectro de su madre, le dijo con una amable sonrisa hacia su nuera:

—Creo que no nos hemos presentado formalmente, querida— Uraraka le dio la razón a Mitsuki, y levantándose de donde estaba recostada, hizo una reverencia con su vestido algo empapado por la caída que había tenido al desmayarse, llevándose una mirada extrañada por parte de Katsuki y una gran sonrisa reluciente en el rostro de Mitsuki.

—¡Oh, Madre! Amada progenitora del rey del Nirvana y madre para todos los Nirvanos de la tierra— dijo Uraraka manteniendo su posición dándole sus respetos a la Madre.

—Uraraka, creo que eso no es...— decía Katsuki antes de ser detenido por su madre quien le cubrió la boca en el proceso.

—Dejala que me lo diga. No quiero arruinar el momento— Katsuki sólo rodó los ojos y se cruzó de brazos en desacuerdo que su reina le expectara sus respetos a alguien que en definitiva, ya no existía en este mundo terrenal.

—Mi nombre, oh, señora mía, es...

—Uraraka Ochako, primogénita y una heredera al trono de Yūeii— Le interrumpió Mitsuki haciendo que la castaña se voltear a a verla sorprendida mientras ella continuaba diciendo:

—17 años, nacida en un día de invierno en la última semana del mes de diciembre. A los 5 años comenzaste a facinarte las criaturas magicas y espíritus al leer un libro escondido en la biblioteca personal de tu padre que uno de tus sirvientes te otorgó en secreto como regalo de cumpleaños para después ser ejecutado por perder aquel libro "maldito", por así decirlo, de la biblioteca del rey. Por algo estaba oculto.

El Nirvana de los Mares (Kacchako)Where stories live. Discover now