Estaba sucediendo de nuevo, aún no sabe como es que se convenció de que esto sería una buena idea, quizás por ese jugoso cheque en la mesa de aquella cafetería lo hizo cambiar de opinión. Él tenía sus reglas claras aún cuando solo trabajó dos veces en ello.
"Solo parejas sólidas, mayores y que deseen hijos"
Aún recuerda como es que accedió a esa labor, el dinero era una razón muy justa y creía que traer hijos al mundo para ayudar a otros era quizás un poquito mejor que tener que soportar vender su cuerpo todas las semanas. Por lo menos aquel negocio le ayudaba a no preocuparse por morirse de hambre casi un año entero.
Fue difícil la primera vez, había leído que al inicio podría sentir esa conexión materna pero también leyó esa advertencia de que lo mejor era no encariñarse o mirar al pequeño cachorro apenas naciera. La primera vez lloró y sintió las secuelas pero la segunda vez fue completamente normal, llegó al final del embarazo y entregó a dos mellizos sin ningún problema de por medio.
Ahora con un trabajo estable su vida no necesitaba de ese ingreso extra, pero no pudo resistirse cuando se comunicaron con él esa vez. Una pareja joven, el alfa era dos años menor que él, un chef reconocido a nivel nacional y mundial dueño de 2 restaurantes y 1 hotel 5 estrellas, que estaba casado con una bonita modelo 4 años mayor que el esposo y solo 1 mayor que Jisung. Solo tenían 3 años de casados y según lo que había entendido ese día en su primer encuentro, era que en esos tres años nada había sucedido y el alfa tenía un deseo enorme por ser padre tanto quizás como la bonita omega.
"Yo... no acepto matrimonios jóvenes, ustedes pueden usar otros métodos"
Dijo esa vez pero la mujer era tan insistente, lloró casi desconsolada porque quería tener la oportunidad de darle una familia a su marido. Luego vino el montón de dinero por el trabajo y la decisión del rubio cambió por completo. El proceso sería como siempre, asistir a su doctor de confianza que le hizo aquel favor 2 veces, realizar lo que tiene que realizar y el resto ya deben imaginarlo.
Ahora, después de 2 meses, Jisung estaba esperando los resultados de una muestra casera luego de sentir los horribles efectos de su trabajo. El timbre sonó de manera repentina justo cuando iba a ir por la muestra, su mejor y ruidoso amigo estaba afuera agitando una caja de lo que parece pollo frito, abrió la puerta sin pensar.
-Sabía que no podías resistir ¿y por qué tengo que buscarte y no vienes a buscarme a mí?- Felix hablaba sin parar mientras se quitaba los zapatos. Jisung solo fue hasta la entrada de su departamento para tomar la bolsa de pollo y dejarlo en la cocina -¿Ni un "Hola amigo gracias por venir"? Vaya, mínimo préstame tu baño.
El rubio solo sonrió señalando el lugar intentando sacar el pollo de su caja y luego de unos segundos recordó lo que había dejado, corriendo después hasta el lugar para encontrar a Felix mirando ese aparato de plástico rectangular.
-¿Que mierda?- el menor lo tomó con cuidado y asco volteando a ver a Jisung-¿Es tuyo?.
El mayor tomó la muestra observando las dos rayitas sonriendo.
-¡Genial, debo avisarles!- mencionó el rubio sacando el celular de su bolsillo para tomarle una foto.
Felix se lavó las manos mientras fruncia el ceño y luego de limpiar el agua de su piel miró a su amigo.
-¿Otra vez lo estás haciendo?- preguntó algo molesto. No recibió respuesta, vio como la muestra era colocada en el tacho de basura y siguió al rubio hasta la cocina -Pensé que ya habías dejado ese trabajo.
-Bueno, será la última vez ¿eso querías escuchar?.
-Dijiste eso la vez pasada ¿cómo creerte?- Felix colocó los vasos en la mesa aún molesto.
-¡Ay! No es tu cuerpo Felix, era un buen dinero, me va a ayudar por unos meses o años si es que lo invierto bien.
El chico de cabellera lila solo suspiró -Deberías estar trayendo tus propios cachorros al mundo y no para gente ajena, tu madre incluso está preocupada que ni siquiera tomes consideración de los alfas que te ha recomendado.
Jisung ladeo los ojos mientras se sentaba para poder tomar un poco de pollo - Yo veré que alfa escoger, sabes que odio que me presionen.
-Parece que no has olvidado a ese patán.
-No lo menciones, me va a dar indigestión- Jisung mordió aquella pierna de pollo sintiéndose molesto.
Felix fue hasta su amigo dándole un ligero abrazo mientras le acariciaba el cabello. -Me preocupa que te quedes solo, tú también tienes derecho a una familia o ser feliz con alguien, era tu ilusión antes que... bueno ya sabes. Solo quiero que vivas bien Jisung.
Con esas palabras el rubio alzó la mirada dejando su pollo en el plato -Lo intentaré luego de esto, ¿ya estás tranquilo?.
El menor sonrió dándole un último abrazo antes de volver a comer su pollo.
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