Capítulo 3

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•|5 de julio de 2020, Spielberg, Austria|•

Cuando acabo la canción todo el mundo aplaude y vitorea mi nombre. Ha salido justo como lo planeé. Al mirar hacia donde los pilotos están en fila, a punto de escuchar el himno de Austria, mi hermano me levanta los pulgares en señal de apoyo y luego mi mirada se cruza con la de cierto español, que me mira con una fascinación algo extraña.

- Veo que sigues sabiendo mover bien ese culo tan bonito que tienes - me felicita Liv cuando me ve, abrazándome.

- Un embarazo no es nada para mí, cielo - le sigo la broma y ella se ríe.

- Has estado increíble - dice con convicción.

- Gracias - suspiro feliz. - En el fondo temía estar oxidada, ya sabes - susurro mirando al suelo.

- No lo estás - asegura mi mejor amiga besando mi mejilla. - ¿Vamos a comer?

- Claro. Estoy muerta de hambre.

- Y yo... Entre tanto hombre guapo es imposible no tener hambre - bromea haciéndome reír.

- Si tú lo dices - murmuro no demasiado segura.

- A ver, imagínate estar soltera y poder acostarte con cualquiera de esos guapetones y desaparecer a la mañana siguiente. ¿Sería o no sería genial? - Inquiere sonriente.

Yo me tenso y le regalo un sonrisa forzada, encogiéndome de hombros. Esta mujer tiene un don para decir cosas que no debe en los peores momentos. ¿De qué me suena lo que ha dicho?

- Yo nunca he sido así. Prefiero las relaciones estables - digo finalmente.

- ¡Aburrido! - Sentencia ella riendo. - Bueno cambiando de tema: ¿dónde comemos?

- Yo voto por la cafetería McLaren, dicen que tienen unas quesadillas deliciosas - comento sonriente. Me encantan las quesadillas.

- ¿Y qué hay de tu dieta? - Pregunta Liv alzando una ceja.

- Por favor Livie - le hago un puchero y le pongo ojitos y ella se da por vencida.

- Vaale, está bien. Supongo que una quesadilla no te hará daño - decide para mi gran alivio.

Caminamos hasta la cafetería de McLaren, hablando y charlando animadamente, y al llegar apenas hay gente, dado que todos están pendientes a la carrera. Sólo hay una chica, sentada sola con un portátil, y enseguida reconozco a la joven de ojos grises. Es la hermana de Carlos. ¿Cómo se llamaba? Empezaba con I. ¿Inés? ¿Isabel? ¿Ingrid? Ni idea. Pero al pasar junto a su mesa me dedica una mirada sombría que, ciertamente, me asusta.

- Qué rarita - susurra Liv cuando estamos lo suficientemente lejos.

- Es la hermana de Carlos - susurro en respuesta. Ella me mira confusa, tratando de encontrar la relación entre lo que he dicho yo y lo que ha dicho ella. - Quiero decir que... Bueno, eso, es la hermana de Carlos. Dudo que le guste que hablemos mal de su hermana. A mi hermano no le gustaría que hablasen mal de mí - me explico y Liv parece comprenderlo.

- Ajam - asiente con desinterés ella. - ¿Entonces sugieres que nos hagamos amigas suyas? - Bromea con petulancia.

- Livian Margaret Shell, no seas desagradable - le digo seriamente. - Está muy feo eso, que lo sepas - la señalo molesta y ella rueda los ojos.

- ¿Por qué la defiendes tanto? - Pregunta entonces.

Porque tal vez Carlos le haya contado algo y no me convenga tenerla en mi contra, pienso, sólo para mí misma.

- Porque estás siendo cruel - digo en cambio.

- Vale, perdón - suspira ella finalmente.

Mi mejor amiga se levanta y va hacia el mostrador para pedir toda la comida que queramos, y yo dirijo mi mirada hacia donde estaba sentada hace unos momentos la hermana de Carlos. Pero no está.

¿Me Elegirías A Mí? #2Where stories live. Discover now