Capítulo 6

1.4K 77 17
                                    

•|13 de julio de 2020, Estiria, Austria|•

Carlos

Como si de un guantazo se tratara, recibo una regañina de mi subconsciente, que reaparece en el momento en que me separo de los labios de Allison.

¿Qué estás haciendo, Carlos Sainz Vázquez de Castro?

Yo no soy así, definitivamente no. Las cosas no tienen por qué ir por este camino, las cosas no funcionan así... No puedo romper su vida así como así. Yo no tengo vela en este entierro, y he sido un idiota desde el momento en que me acerqué a ella. Mierda, ¿por qué bebo tanto?

- Esto está mal, Al - susurro separándome de ella. - Tú estás muy borracha, yo también, y tú...

Intento seguir hablando pero ella me cubre la boca con su mano. Mi corazón se detiene ante su toque y me quedo quieto.

- No lo estropees - dice frunciendo el ceño y desconcertándome.

Aparto su mano de mí y suspiro.

- Creo que es hora de que regresemos al hotel - murmuro abatido. Creo que ella va mucho más perjudicada que yo. - En serio lo digo.

- No, no puedes hacer eso - replica, y me fijo en cómo sus ojos brillan reteniendo lágrimas.

- ¿El qué no puedo hacer, Al? - Inquiero confuso, sin entender por dónde va todo esto.

- ¡No puedes follarme como jamás lo habían hecho y hacerme sentir cosas por ti que no debería sentir! No puedo ni quiero quererte, ¿entiendes? Pero si vienes y me besas no sé qué hacer - murmura lo último, arrastrando las palabras, y yo honestamente no sé qué decir. - ¿No vas a decir nada?

Me encantaría gritarle que es ella la única que está jugando conmigo. Es ella la que viene y desaparece. Es ella la que no sabe qué quiere y me tiene bailando en la palma de su mano sin saberlo. Siento una opresión en el pecho sin entender por qué. Supongo que es el dolor de ver que la chica que no soy capaz de olvidar no me quiere de la misma forma. Supongo que debería tenerlo asumido, pero no puedo.

- Me volverás loco, Allison Ricciardo - suspiro y tomo su mano para sacarla de este sitio.

Está demasiado borracha como para que se pueda hablar con ella o dejarla sola.

- ¿Adónde me llevas? - Pregunta cuando salimos del lugar.

- Al hotel - murmuro caminando hacia mi auto.

- No quiero - sentencia parándose en seco.

- Por lo que más quieras, Allison, vámonos - gruño tirando de su brazo.

- ¡Déjame!

- Estás muy borracha - le recuerdo, y ella me mira mal, como si acabase de decir una mentira descarada.

- Y me gusta eso, por eso quiero seguir bebiendo. Soy mayor de edad y puedo hacer lo que yo quiera...

- Vale, te dejo ir. Pero te recuerdo que tienes una hija esperándote - digo soltándola. - Venga, vete.

Ella me mira, debatiéndose si irse o no, y después de suspirar se me acerca y me abraza.

- Llévame al hotel - susurra apoyando su cabeza en mi pecho.

- Joder, Al - digo en apenas un hilo de voz.

- Tu corazón late deprisa - dice riendo tontamente. - ¿Eso lo hago yo?

Suspiro y cierro los ojos, tratando controlarme.

- Sí, hermosa, eso lo provocas tú - susurro acariciando su pelo. - Ahora vámonos...

¿Me Elegirías A Mí? #2Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum