Capítulo 18.

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No recibí contestación al mensaje, a cambio de eso llegó Pete bofeadísimo y Mikey venía tras él, algo indiferente. Mientras tanto Gerard descanzaba con su mamá en otro lugar del hospital.

Mikey me miró de pies a cabeza y luego me miró a los ojos.

-¿Dónde está mi papá? -dijo con un tono frío.

-Creo que la habitación 18 ¿Por qué no le preguntas a tu familia? -dije un poco molesto, por su tono.

Pero sin duda el molesto era él, vestía una blusa de tirantes, unos pantalones y una gorra, todo negro, también llevaba unas gafas, había una herida en su brazo y un par de moretones en este, guardaba una cajetilla de cigarros en su bolsillo, de hecho, olía a cigarro, su aspecto sin duda era rudo.

-No quiero verlos, sólo a mi papá -dijo con la misma frialdad.

-¿Cuál es tu problema, Mikey? -pregunté.

Se bajó un poco las gafas y me dirigió una mirada irónica, las volvió a acomodar y soltó. -Eso no te incumbe... Frankie.

Por cierto... me llamo Michael.

No entendía qué le pasaba a ese chico, pero le cumplí el capricho de llevarlo directamente con su padre. -¿Y qué tiene Donald? -preguntó Mikey de camino al cuarto... es decir, Michael.

-No lo sé, acaba de entrar hace media hora, dice que le dolía el estómago.

-Mmm -dijo mirando hacia otro lado.

Toqué la puerta y me abrió una enfermera.

-¿Familia de Donald? -preguntó la enfermera.

-Soy su hijo -respondió Mikey, pasando.

Pete y yo fuimos trás de él, lo miré por un momento.

-¿Siempre es así? -le pregunté a Pete.

-Sólo cuando se trata de su familia, aunque tampoco es la persona más animada que conozco. Por otro lado, la marihuana le ha hecho un poco de daño.

¡¿Pero qué mierda?! Bueno, sí, es verdad, tiene aspecto de drogadicto, así que no debería sorprenderme, es más, debí suponerlo. Sea como sea decidí dejar el tema atrás y no seguir, no quería entrar en discusiones, era mejor pasarlo por alto.

Mientras tanto Michael saludaba eufórico a su papá, bueno, se notaba alegre. El señor Way no tenía ni cara para regañarlo por su ausencia, se le notaba cuánto lo había extrañado, se dieron un abrazo y comenzaron a hablar, ni preste atención a la plática, decidí salir de la habitación para ir con Gerard.

Mientras caminaba por el hospital veía familias llorando, me angustiaban este tipo de lugares. Al mismo tiempo pensaba ¿Cuál es el problema de ese chico? Por un momento me pregunté cómo se pondrían los Way de saber que su hijo perdido está en el hospital visitando a su padre enfermo. Pensé en las palabras de Michael.

"No quiero verlos, sólo a mi papá".

¿Le habrán hecho algo? Claro que tampoco creo que se haya escapado de a gratis, pero por favor, es su familia. Bueno, como ya he mencionado yo quiero mucho a mis padres, disfruto los pocos momentos que estamos los tres juntos, y cada familia es diferente.

Vi a Gerard y a su mamá y me detuve.

-Ey... - le dije a Gerard un poco animado pero a la vez sin convencerme.
-Hola Frank - contestó su madre.

Me senté y miré hacia el techo pensativo. Tampoco era lo más correcto ocultarles que traje a Michael y está aquí, con su padre.

-¿Qué... - comencé a hablar - ¿Qué dirían si Michael estuviera aquí?

Se hizo un silencio tras mis palabras, estaba nervioso, ambos me miraban extrañados y sorprendidos.

-¿Michael... Way? - preguntó la señora Way intrigada.
-Sí... - dije.
-¿Y eso tú cómo lo sabes? - siguió la señora Way.
-Verán... un día conocí a un chico, llamado Pete, no quisiera detallar cómo lo conocí, en fin, lo agregué a facebook y comenzamos a hablar. Un día en la plaza me lo encontré y venía acompañado de un chico rubio, chico que resultó llamarse Michael, le pregunté si su apellido no era Way, a lo que algo molesto, respondió que sí. Hace como media hora le envié un mensaje a Pete pidiéndote que le dijera a Mikey que su padre... pues estaba aquí.

Gerard y su madre escucharon atentos y plática.

-¿Y dónde está? - se atrevió a preguntar Gerard.
-Con tu papá...

Después de un ligero shock, la señora Way se levantó y fue casi corriendo a la habitación 18, yo sólo me quedé con Gerard.

-¿Y qué opinas? -le pregunté a Gee, pero él se quedó sin palabras.

Volteaba hacia la nada, pensativo, pero qué día.

Un Mundo Autista: La Cortina (Fan fic Frerard)Where stories live. Discover now