13.- Despertar con Irene

233 10 1
                                    

Ala mañana siguiente, me desperté y fui a preparar el desayuno. Unas tostadas, mantequilla, mermelada, zumo de naranja, café, leche, cola-cao para Irene que no les gustaba el café, unas frutas... Lo puse todo en una bandeja y fui a la habitación. Irene estaba ya despierta y al verme con el desayuno empezó a sonreír.

—¿Me traes el desayuno a la cama? —dijo Irene con una gran sonrisa.

—Claro, ¿Qué te pensabas? —empecé a reírme.

—¿Te quieres casar conmigo? —me dijo Irene riéndose.

—¡Por supuesto! ya estabas tardando en pedírmelo.

Empezamos a desayunar las dos sobre la cama.

—Bella... —Irene hizo una pausa— No estoy mal por mi ex-novio.

—¿Qué quieres decir? —no entendía lo que quería decir.

—Después de mucho pensar, de echar la vista atrás, ver cómo me trata la gente que de verdad me quiere, cómo me tratas tú... Me he dado cuenta de que dejé de estar enamorada de mi ex hace mucho tiempo. Pero vivía en una rutina, lo voy a echar de menos, no volver a verlo, no volver a hablar con él... ya tenía por rutina tenerlo a mi lado, ahora será como que me falta algo...

—Claro, te faltará el peso que te has quitado de encima —dije riéndome Irene comenzó a reírse también.

—Por lo que estoy dolida es por lo que me ha hecho, por que creo que no me lo merezco —dijo Irene con tristeza.

—Pues claro que no te lo mereces... eres la persona más maravillosa que conozco, sé elegir a mi mejor amiga —dije sonriendo.

—Muchas gracias, cari. Te quiero con locura, no lo olvides nunca.

—Oooooh mi chiquitina que se pone sensible... —me reí— Yo también te quiero con locura. ¿Has hablado con Sofía?

—No, pero hoy mismo lo hago.

—¿Quieres que le diga de quedar? —le pregunté.

—Vale.

Le escribí a Sofía por WhatsApp y quedamos con ella. Después puse música a todo volumen.

—¡Baila conmigo, cari! —le propuse a Irene.

—Cari, estás rematadamente loca...

Pongo a Irene de pie sobre la cama y empezamos a bailar, a saltar sobre la cama, a reír... Irene parecía feliz. Después de pasar una mañana llena de risas, de juegos, de cariño... me fui a preparar la comida.

—No seas terca Bella... ¡Vamos a hacerla las dos!

—Eres mi invitada, así que siéntate y disfruta —le dije a Irene.

—Disfrutaría más si me dejases hacer la comida contigo... —Irene hizo una pausa— Es más, que me da igual lo que digas... voy a hacer la comida contigo.

Nos pusimos a hacer la comida, mientras la hacíamos nos gastábamos bromas, reíamos, nos dábamos a probar lo que estábamos preparando... se sentía genial estar así con Irene. Comimos y fuimos a fregar los platos. Nos pusimos a jugar a salpicarnos, al final terminamos empapadas de salpicarnos con el agua, Irene no dejaba de reír, me encantaba verla feliz. Después nos secamos y llevé a Irene a su cas para que se cambiase de ropa, ya que me la llevé a casa con lo que llevaba puesto y tuve que dejarle yo una camiseta mía para dormir. Mientras Irene se cambiaba fui a por Sofía, me recibió con un beso y fuimos a por Irene.

Mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora