39.- "Amiga"

136 5 0
                                    

Me encaminé dirección a la discoteca, Sofía me seguía. Entramos, nuestros amigos estaban casi al fondo. Era muy complicado abrirse paso entre la gente bailando, había demasiada gente. Pasamos por un grupo de amigas que conocíamos y nos paramos a saludar. Sofía se puso a darles conversación, yo me estaba poniendo nerviosa, era tiempo que estábamos perdiendo sin pedir la copa para poder irnos cuanto antes... Sofía seguía a lo suyo, dándoles conversación, yo en otra situación hubiese hecho lo mismo, pero tenía prisa por irme, por estar con Sofía. Me acerqué al oído de Sofía.

—Amor... ¿Podemos continuar? —le pregunté.

—Estamos hablando, ¿Qué prisa tienes?

—¿En serio me lo preguntas? —le pregunté sorprendida.

—Claro... —me contestó mirándome de forma muy traviesa.

—Tengo prisa por hacerte tan mía como yo soy tuya... por tenerte entre mis brazos, por besarte... por hacerte el amor...

—Bella... ¿Qué acabas de decir? —me preguntó sorprendida.

—Que tengo prisa por hacerte mía...

—Lo otro...

—¿Que quiero tenerte entre mis brazos y hacerte el amor? —le pregunté.

—Bella... Me refiero a lo de que eres mía...

—Amor... soy tuya, soy tuya desde el primer momento en el que te vi... —le dije de forma sincera, pues era lo que sentía.

Sofía pasó sus manos por encima de mis hombros y me abrazó. Correspondí su abrazo, abrazándola por su cintura.

—Te amo... —me dijo mientras nos abrazábamos.

—Mentira... —le dije riéndome.

—¿Perdona? —me preguntó arqueándome una ceja.

—Si me amases como dices no me harías pasar por esta tortura... —le dije intentado darle pena.

—Será una tortura... pero en el fondo te gusta que te provoque de esta manera... —Sofía hizo una pausa— Además no creas que para mí no lo está siendo... las veces que he tenido que esquivarte... Uuuufff... no sabes lo difícil que ha sido para mí esquivarte...

—Entonces... si no es por que no me amas... ¿Lo estás alargando tanto por que no te apetece hacerlo conmigo? —le pregunté rayada y Sofía se acercó a mi oído.

—Claro que me apetece, no sabes las ganas que te tengo... —Sofía hizo una pausa— Pero quiero que sientas lo que yo siento por ti, lo que me haces sentir, el deseo que siento por ti cuando me provocas, lo que me enloqueces con tus juegos, las ganas que me matan de querer tocarte, besarte... Cuando no puedo sacarte de mi mente... Quiero que experimentes lo que yo siento cuando se trata de ti... ¿Se te está haciendo difícil? —me preguntó.

—Pfff... no te imaginas cuanto...

—Pues bienvenida a mi mundo, cari.

—¿De verdad? —pregunté sorprendida.

—Vaya... siento hacerte pasar tan asiduamente por esta tortura... —le dije riéndome.

—Aunque sea una tortura... me encanta, me encanta que me provoques y quiero que sigas provocándome —me pidió Sofía.

—No podría dejar de hacerlo. Pero ahora... —hice una pausa— O nos vamos a por esa copa o te beso ahora mismo. Me da igual perder el juego, siento que lo perdí desde que fui a recogerte a tu casa. Soy una rebelde, me saltaré tus normas...

—¿Bella aceptando una derrota?

—No tengo otro remedio... perdí la guerra desde el mismo instante en el que saliste de tu casa —le confirmé a Sofía.

Mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora