Frankie Harrington nunca pensó enamorarse perdidamente del Freaky de la escuela y él nunca pensó que dos personas tan opuestas pudieran tener tanto en común. Eddie la salvó una noche, y desde ahí, es que sus caminos jamás se separaron.
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— ¿Y qué es lo que te ha molestado?— preguntó Eddie cruzado de brazos— ¿Verme con Stacy?
— ¿Y qué es lo que te ha molestado a ti?— Frankie preguntó— ¿Verme con Daley?
— ¿Acaso no es evidente? — Eddie preguntó burlesco— ¿Acaso no es evidente que odio verte con ese idiota?
— Dijiste que no sentías nada por mí— La chica soltó— ¿Y eso es lo que harás siempre que tengamos una discusión, irte a follar con Stacy? Creo que eso no es demasiado justo para ella de igual forma— Frankie iba a seguir su paso, pero Eddie tomó su brazo, quedando frente a frente, sus respiraciones se mezclaron.
— ¿En serio te lo explico con manzanas?— sus anillos rozaron la mejilla cálida de Frankie. Eddie tomó un mechón de su cabello. Tomó el rostro de la chica entre sus manos, se miraron fijamente a los ojos, sólo los iluminaba la luz de la luna— ¿Acaso no ves esto que siento , en mi mirada?
— Eddie...— Frankie tomó un trago de saliva— En serio, yo, yo estoy entre la espada y la pared. Ya no amo a Daley— Eddie sonrió— Sólo necesito un poco de tiempo.
— ¿Pensabas eso hace una semana atrás? —El chico preguntó sereno, esperando que ella lo dijera.
— Daley no es un chico que sea malo a propósito— tragó saliva. Era todo tan confuso para ella, porque siempre te enseñan a qué hacer cuando un mal chico te hace daño, pero nadie realmente te dice qué hacer cuando un chico que sabes en el fondo no es malo, te lastima y encima tú también lo haces— Pero si no fuera por ti, yo podría seguir soportando en silencio.
— ¿Por mí? — Eddie acarició su mejilla con su pulgar.
— Por ti...
— Crucé el bosque sólo para verte, sólo para dejar en claro que no tenía intenciones de ver a Daley. Sólo para aclarar que nunca quise besarlo frente a ti, porque me importa lo que pienses— la chica suspiró, podía sentir el perfume de Eddie, sus manos eran grandes y sus dedos largos— En la escuela, en la cafetería , paso mirando de reojo, esperando que me mires, así aseguro que tengas tu vista en mí— Eddie la miró y ella se dejó llevar por sus ojos oscuros.
— Me gusta que notes lo mucho que te miro, porque lo hago todo el día. Me gustaría encontrar más excusas para poder verte, y no quiero que pienses que estoy con Stacy, es decir, lo que pasa con ella, no tiene relación a lo que me pasa cuando estoy contigo— Eddie suspiró nervioso y tomó las manos de la chica.
— ¿Y qué te pasa conmigo? — la chica preguntó con descaro, pero con nervios, quería oír lo que esperaba oír.
— Me tienes loco, y desde el día en que te salvé de esos hijos de puta, es que no dejo de pensar en ti— Eddie acomodó un mechón de su cabello— ¿Acaso no es evidente que me muero por besarte?
