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—Señorita Jones ¿Esta prestando atención?– dice la profesora molesta

Levanto la cabeza y la miró —Lo siento – digo mirándola con una pequeña sonrisa

Ella niega y vuelve a la clase, suspiro rodeando los ojos a sus espaldas, ¿Como concentrarme si el chico más sexy que e visto me dijo que quería azotarme?

Suelto una risita y miró a la profesora, procurando prestar atención

A los minutos la clase termina y todo salen de clase por sus cosas e irse a casa, miró el cielo estrellado color gris haciendo que sonría

Cierro mi casillero y camino hacia la salida pero una cabellera rubia me impide el trayecto al auto, doy un paso al costado sin mirarlo pero el me impide el paso

Subo la mirada y lo veo, una mirada molesta, un seño fruncido y las manos apretadas a los lados de su cuerpo mientras que admiro lo bien que se ve en uniforme —¿Que?

—Me imagino que mi inútil hermano te dio mi recado – dice con una sonrisa burlona

—Si, lo hizo – digo tratando de pasar pero el me lo impide estrellando mi cuerpo a la pared

—La quiero de vuelta – dice el apretando los dientes

—No, ¿Porque tan desesperado? ¿Te gusta? – me burlo de el y este en forma de advertencia de que no lo provoque golpea el casillero detrás

—Mira pequeña mocosa, no estoy para juegos y menos ahora – dice molesto y alzó las cejas

—No la tendrás, búscate otra presa – digo manteniendo distancia cuando sube la mirada molesto a mis ojos

—¿Sabes que puedo entrar a tu casa? – dice como si fuera obvio pero cuando intento responderle el me corta —Y no creas que seré tan fácil como mi hermano, yo no dejaría, siquiera que levantarás el arma

Mi boca se abre tratando de hablar pero un cascareo nos interrumpe haciendo que miremos en esa dirección, veo a Kaia con la mochila en mano mientras que trae una sonrisa —¿Vamos Heist?

Heist asiente y se aleja de mi cuerpo para levantar mi mochila del suelo y entregármela —Tienes la advertencia

El y Kaia se van dejándome sola en el pasillo, suspiro mirando como se alejan del lugar y hasta que no veo que arrancan el auto no salgo de la escuela

El saber que se fueron hace que mi cuerpo se relaje y salga del instituto para subirme a la camioneta —¿Porqué tardaste tanto?

—Olvide algunas cosas en el salón – respondo mirando a la ventana y oigo como el suspira y conduce

El camino a casa es silencioso, el pone música desde su celular y comienza a cantar sacándome una que otra sonrisa, mi mirada se concentra en el bosque que con tal que pasa el tiempo se pone más oscuro

Al llegar a casa lo primero que hago es desabrochar algunos botones de mi camisa para luego ir a la cocina

Encontramos es una nota de mamá diciendo que saldrá tarde del trabajo y que tenemos la cena en el horno, mi hermano se va arriba y yo me preparo un café mientras que miro a la casa de enfrente

El auto de Heist esta estacionado como también hay otros tres autos mas, seguramente tendrán visita. Gruñó cuando veo que el agua de la taza cae por sus costados, quemando uno de mi dedos

Llevo el dedo a mi boca y después voy a la sala para comenzar a ver una película, se escuchan ruidos arriba, en la habitación de Marcos, oigo como baja las escaleras poniéndose una chaqueta

—¿Te vas? – pregunto confundida

—A mamá se le pincho la llanta – dice tomando las llaves del auto —Cierra puertas y ventanas, recuerda lo que te dije, uno de esos locos se acerca a la casa y disparas

Sonrió y asiento mientras que el sale de la casa y sube al auto, oigo el auto alejándose y me estiró en el sofá, detengo la película para ir por más cafe y de nuevo miró la casa de enfrente

Heist sale de la casa y se encamina a uno de los autos para abrir la puerta del piloto y antes de meterse mira al alrededor, cuando sus ojos negros se encuentran a los míos me sonríe con perversidad y entra al auto

Oigo que la puerta de la casa se abre y sonrió dejando mi café de lado —¿Te olvidaste algo Marcos?

Camino hacia la entrada y al ver que no hay nadie miró confundida, oigo que alguien camina arriba, en la segunda planta—¿Marcos?

Digo al borde de las escaleras y cuando no recibo respuesta gruñó, subo las escaleras con sumo cuidado hasta que noto que la puerta de mi habitación está abierta

Veo una figura oscura dentro de ella y abro la puerta cuidadosamente hasta que me encuentro con sus ojos azules oscuro, suspiro algo aliviada pero por otra parte, el es mi secuestrador

—¿Que haces aquí? – digo mientras que el me mira sobre su gorra negra y un tapa bocas—¿Como entraste?

—Por la puerta– dice pasando unos mano por su cabello—Heist quería que te mantuviera encerrada pero si te lo pido bien me harás caso ¿No?

Niego con la cabeza y el asiente para dar unos pasos hacia mi pero yo doy dos pasos hacia atrás, su cuerpo vestido de negro no hace más que desear que se saque la ropa y me siento culpable de ese sentimiento

—Un paso atrás idiota– digo tomando uno de los floreros y ponerlo en guardia —¡No te tengo miedo!

El se saca el tapa bocas y sonríe sin dientes haciendo que sienta mariposas en mi estómago pero niego con la cabeza tratando de alejarlas

—Si no te conociera, te creería – dice con simpleza–Pero verte con la camisa abierta hace que piense otras cosas

Me distraigo unos segundos por sus palabras y esos segundos son suficientes para que el me golpee y pegue mi estómago a la barra de las escaleras

Siento como el florero me lo quita de las manos para apoyarse directamente sobre mi haciendo que sienta su masculinidad entre mis nalgas tapadas por una faldas

Siento su respiración en mi cuello y mis bellos se erizan cuando lo oigo susurrar— Mein kleiner...

Eternamente Mía (Frey Stein) Where stories live. Discover now