Eternamente Mía (Frey Stein)

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narrador omnisciente

Ella abrió los ojos para encontrarse en una habitación y lugar diferente al que recordaba, el dolor de cabeza se hizo presente haciendo que gruña

Salió de un infierno para entrar a otro

Miro su cuerpo, estaba llena de cables que eran de las máquinas que estaban a su lado, suspiro y trato de levantarse de la cama pero vio como la puerta se abrió

Su madre, con los ojos rojos por el llanto la miro sorprendida seguida de su hermano que la miraba de igual manera, ambos estaban sorprendidos al verla despierta

Y no tardaron en correr a abrazarla como si hace mucho tiempo no la hubieran visto despierta

—Oh mi niña, crei que no despertarias nunca mas– dijo entré lágrimas

Su hermano beso su cabello mientras que la abrazaba junto a su madre, ella se sentía confundida y asustada por lo que estaba pasando, vio a un doctor entrar a la habitación junto a una enfermera y abrió los ojos al verla

—Alejate Anabella - dice ella con miedo y tratando de levantarse de la camilla—Tu también - dice apuntando a su madre y a su hermano

—Wow, tranquila - dice el doctor tratando de calmarla y lo empujó lejos asustada

—¡Alejate James! - dice asustada y corrió hacia un rincón

Ellos le hablaban tratando de calmarla, de decirle que estaría bien pero ella gritaba y gritaba en nombre de Frey por toda la habitación asustada

Una doctora vino corriendo y la tomo del brazo para inyectarle un tranquilizante, ella sintió su cuerpo calmarse pero siguió luchando hasta poco a poco sentirse bastante cansada

El doctor la volvió a poner en la camilla y unos doctores también entraron para esposarla a la cama, ella miro a los chicos con curiosidad, ya no tenía fuerzas para pelear

—¿Frey?, Frey soy yo... Estás bien - dijo mirando a uno de los doctores que la miro con lastima

Ellos salieron junto a sus familiares para quedarse sola con el doctor, el le explicó lo que pasó, lo que tenía pero ella seguía sin creerlo hasta que el doctor le mostro ejemplos de que lo paso

Lloro varias noche al enterarse de todo y de lo que tenía pero el doctor siempre le decía que iba a ayudarla a recuperarse

—Bien, ¿Vamos? - dijo la doctora que era igual a Anabella

Había pasando una semana desde que despertó y según los doctores era momento de que ella hablara con el psicólogo para desahogarse

Caminaron con los pasillos y ella vio al resto de los pacientes, uno peor que el otro pero vista la ocasión. Ella no tenía porque hablar o criticar

Recorrieron casi todo el lugar para llegar y ella pensaba en que todo era mentira, que solamente tendría que estar unos días allí pero conste que su madre le decía que estaría segura en ese lugar, no había otra cosa que hacer

Entro al consultorio con las manos esposadas mientras que veía al psicólogo sentado en una de las silla, una pierna cruzada sobre la otra y unos anteojos puestos

—Se la encargo - dice la doctora yéndose del consultorio y en ese momento el levanta la mirada

En su cabeza pensó que era igual a masón, que era el, que solamente estaban jugandole una broma todos pero al no estar confiada del todo pensó solamente en esperar a lo que pasará

—Bien, señorita Jones, seción 1, explíqueme que es lo que tiene - dice el con una sonrisa encantadora

—Estoy en el manicomio porque tengo Entelequia que es una cosa, persona o situación perfecta e ideal que solo existe en la imaginación y ensoñación excesiva, soñar en cosas que nunca van a pasar

—Muy bien que admitas lo que sientes ahora dime, ¿Porque estuviste dormida por una semana completa?

—Trate de matarme al enterarme de que tendría que venir aquí, estaba asustando a mi madre y a mí hermano

—¿Y que soñaste? Porque para ti fue real pero para nosotros en una gravedad

—Soñe... - suspiro -Soñe con un chico... Ese chico siempre me decía dos palabras cada vez que lo veia

—¿Y que te decía?

—Eternamente mía...

Fin