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ADVERTENCIA: Contenido smut.
Habían pasado cinco días desde que le avisaron a sus familias las buenas nuevas, pero los sorprendidos fueron ellos cuando les comentaron que el duque y el vizconde ya habían pedido la licencia a la reina.
Hastings y Bridgerton sabían que esto iba a suceder tarde o temprano y decidieron adelantarse a los hechos, corriendo el riesgo de que si no pasaba la reina los iba a exiliar.
—Madre ya está en la floristería, haciendo los arreglos que escogieron—Avisó Colin—Y la modista la conocerán pronto, tendrá sus prendas listas para el sábado que es el gran día.
—Gracias Colin, eres muy adorable.
Adhara se dio cuenta que era con el Bridgerton que menos interactuaba, y quería cambiar eso. Colin era interesante y muy inteligente, se arrepintió de no haber hablado con él desde su llegada.
—Gracias.
Benedict y Adhara colapsaron en el primer sofá que vieron. Finalmente era jueves y ya estaban algo agotados con los preparativos que Violet y Daphne se encargaban de la mayor parte teniendo en cuenta que ellos querían algo sencillo y familiar, pero no eso no le quitaba ni la mitad de las responsabilidades.
—No quiero volver a ver un arreglo de flores hasta el día que muera—Recordó el castaño como estuvieron cinco horas escogiendo flores tras flores porque a Violet ninguna les gustaba.
—Todo vale la pena—Mencionó la castaña felizmente.
—No puedo creer que nos casemos en dos días.
—Ni yo.
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Finalmente el día había llegado, Adhara se encontraba colocándose el vestido blanco después de frotarse el cuerpo con manojos de lavanda y valeriana. El olor era agradable y picante, distintivo y muy evocador. Era maravilloso. El top tenía un simple corte ballgow. El corpiño se abrochaba con decenas de minúsculos botones forrados en satén y con un diamante incrustado en cada uno. El escote y las mangas estaban adornados con encaje, y su torso ajustado solo de la cintura para abajo la falda se abría hasta finalizar en sus pies.
