Habia perdido al amor de su vida una vez más, su ira se convirtió en venganza, tomo la vida de la Dopelgangüer para hacerles sentir a los hermanos Salvatore lo que ella sintió.
Pero no todo termino ahi, los hermanos querían matarla y para el colmo a...
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Observaba los ojos verdes de aquella mujer, estaba frente a él. Se atrevía a revelarse y intimidarle.
—¿Quieres tu ofrenda?—hablo la chica.—Te daré todo menos poder Niklaus..no sere tu exclava ni tu instrumento. Me niego. Todo menos eso.
—¿Porque?
—Como podría darle poder a alguien irracional.
El híbrido se carcajeo.
—Es hipócrita hablar de irracionalidad.
La bruja sonrió levemente y asintió. Dio un paso más cerca.
—Acepta mi ofrenda Niklaus.
El hibrido puso su mente en blanco ella sabía lo que él pensaba. Estaba tan cerca, el sentía sus mente siendo invadida por un algún tipo de embrujo. Obsesionarse con el enemigo que te derrotó. Nunca había tenido que pasar por esto pero venía ella y volcaba su mundo con sus juegos mentales, manipulaba a todos y venia a él a desafiarle , se atrevía a no tenerle miedo. Ella era tan diferente de todas las mujeres y enemigos que había conocido en su larga vida.
Pero el también podía ser único y también igual de impredecible como ella.
Se acercó un centímetro más. La madera del piso de la cafetería rechino. Poso amistosamente su mano en el hombro de la bruja. Elijah miro aquel gesto confundido. Kol frunció el ceño y Finnick estaba atento a lo que sucedería a continuación.
—Acepto tu ofrenda.—pronuncio el hibrido controlando sus pensamientos—Acepto.
Deslizó su mano de su hombro a su mejilla. La miro con tanta calma. Eso confundió a la bruja por unos segundos. Pero eso fue suficiente para hacer lo que quería hacer esta vez fue más rápido que ella, solo está vez. Y lo hizo.....
Sonó un... Crack...
Un crujido amplificado.
Como una ramita rompiéndose.
La ruptura de uno o más huesos cervicales.
Resonó en aquella cafetería, Elijah no creía lo que su hermano acaba de hacer. Kol alzo una ceja y miro a su hermano. Como siempre Nick siendo Nick.
¡Le había quebrado el cuello!
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Que mierdas!
Su cuerpo se desplomó pero el hibrido la sostuvo contra él para evitar que su cuerpo se fuera contra el suelo.
—¿¡BLAIRE?!—grito Finnick reaccionando.
—Deuda saldada—Sonrio socarron el hibrido. Mientras abrazaba el cuerpo de la escarlata—Ofrenda recibida.
