◇ 《Blaire》 ◇ - TVD / TO

V E I N T I S E I S; Loca

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La estupidez humana cuando uno no está en todos sus sentidos no tiene limites. Errores ella  los había cometido a montones.  Era muy conciente de que cada desicion que tomaba le traia  consecuencias.

Se había levantado antes de que el amanecer diera indicios de aparecer. Era de madrugada aun y el sol no había aparecido  y la bestia hibrida dormía plácidamente. 

Ella no era así...

¿Que había hecho? 

¿Que demonios pasó ayer?

La respuesta, ese maldito tramposo original que la hizo perder el control. Aunque no era del todo su culpa ella estaba algo consciente y tomaba sus propias desiciones. La bruja con arrepentimiento, sentía que había engañado a su único amor. No debería sentirse de aquella manera pero era algo que aun no superaba. Se terminó de levantar. Se colocó lo que tenía al alcance hallo pantalon, su blusa y se la deslizó. Todos hubiera seguido de la misma forma. Pero algo sujeto su brazo.

—Piensas, huir brujita—hablo cantarín  con su marcado acento británico.

Lo menos que quería era mirarlo a la cara. Había caído en sus garras. En las malditas garras de la bestia y seguro quería reporcharcelo.

—Tengo cosas que hacer—hablo quitando sus garras de su brazo. Pero ni bien se paro el ya estaba frente a ella.

—Creo que estas intentando evadir lo que paso—hablo mirándola fijamente—Estas arrepentida mi escarlata.

¿Mi escarlata? 

La bruja miro a otro lado que no fuera el hibrido. Debió conjurar un hechizo de sueño para no tener este tipo de problemas.

—Olvídalo. No estaba en mis cabales no sabía lo que hacía. Así que olvídalo Niklaus.—contesto la bruja haciéndolo a un lado. Cogio su chompa del piso.

—Porque olvidaría como suspirabas debajo de mi cuerpo—la molestó. 

La bruja apretó la mandibula. 

—Ya no molestes. Compórtate como el don Juan de tu eternidad.—refiriéndose a que solo era una ocasión de una noche y que la tratara de esa manera.

—No te harás responsable de tus actos—se burlo el hibrido—Así que eres ese tipo de mujer.

—¿Responsable?—rio levemente y   recogió su teléfono que no sabe como terminó en el piso se levantó y se giro a mirarlo—¿Quieres que me case contigo? ¿En que época vives Mikaleson? 

—No me refería a eso amor. 

—Por novena vez, no me digas amor.

—Las mujeres son un amor— el híbrido rebatió.

La bruja bufo —Bueno, como tu digas en fin, recuerda esto, quedamos en que esto no paso, olvídalo lo olvidare—hablo la bruja el ojiazul quizo hablar—Lo has hecho por varios siglos con todas las mujeres con las que te encamabas, en fin.  Hasta nuevo aviso querido.

La bruja salio de la habitación dando un portazo. Mientras el hibrido apretaba los puños. Supongo que era la primera mujer en más de mil años de vida como eterno que le hacia esto. Apretó la mandibula y lanzó uno de los adornos contra la pared.

—¡Maldición! 

Había herido su orgullo.

(...)

La bruja bajo los escalones eras las cinco de la madrugada y algo más. Un par de rechinidos resonaron tras sus pasos. Seguido empezó escuchar como arriba alguien hacia su berrinche y rompían las cosas. Ignoro aquello y siguio su camino. Cuando llegaba  al recibidor se topo con los ojos verde de la loba que sostenía una taza. La loba la analizo de pies a cabeza. La pelirroja tenía el cabello ligeramente despeinado, cara de amanecida ropa algo desordenada y otras características que le dictaban que había tenido una alocada noche con el original.

—Sinceramente no me esperaba que fueras su amante—comento la loba—Estas loca—termino finalmente por decir.—Acostarse con un psicótico.

—No me lo recuerdes—contesto la bruja caminado a la puerta.—La bebida ayer me quemo algunas de mis neuronas. En fin…

—Si que te gusta la adrenalina en fin como estas loca... creo que... podrías ayudarme con algo —hablo la loba antes si quiera de abrír la puerta.

La bruja se lo merecía. Quien en su sano juicio se enredaria en las sabanas del hibrido original. Obviamemte un persona ebria, una hipnotizada o las que no sabían quién era Niklaus Mikaelson y terminaban como su cena. 

—Dime querida Hayley.—contesto la bruja. La loba tenía un carácter y personalidad especial. Decía las cosas sin pelos en la lengua. Eso a la bruja le agradaba.

—Escuche de ti, hablaron de ti muchas cosas.

—Nada agradables seguro.

—Eso no importa yo….—hablo la chica—Podrías ayudarme con. algo. Prometo pagarte el favor.

Una favor de una loba.

Para quería un favor de la loba. Ella no necesita de nadie. Pero algo le pinchaba a  aceptar, supongo que le serviría en un futuro. Era un De javu.

—Espero que puedas pagarme el favor—hablo la bruja aceptando finalmente.

Un estruendo más fuerte se escuchó arriba. La bruja sonrió de lado  le entrego una pedazo de papel—Si logras salir viva, llámame. 

Acto seguido, salio de ahí. 

Hey!

-Stoiana, escritora.