𝐁𝐖 || Donde Eddie lo
único que hace es
tratar de llamar la
atención de Iris para
lograr que la chica
se enamore de el,
sin saber su oscuro pasado.
❛ Eddie Munson x fem! oc ❜
「 stranger thin...
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IRIS SUSPIRO MIRANDO EL COBERTIZO ABRAZANDOSE a si misma. Su walkman reproducía su canción favorita de Taylor, no se había quitado los audífonos desde lo que paso en el cementerio, por ordenes de Steve. Se supone que debería estar en el sótano de la casa de Nancy, pero no podía dormir y logro "escapar" de las garras de Dustin.
Cuando se adentro al lugar se encontró de frente con un Eddie asustado y con la botella apunto de lanzarla hacía la chica.
—Hola— Iris saludo en un murmullo quitándose los audífonos y poniendo pausa al casete.
—Demonios, Romanoff. Un día me sacaras el corazón de un susto— la castaña apenas logro sonreír cerrando la puerta del cobertizo. Munson frunció el ceño al notar lo decaída que se notaba la chica.
—Lo siento. Supuse que te habías terminado lo que te trajimos en la mañana, así que te traje más. Esta vez yo lo hice— Iris le extendió una bolsa de plástico con lo que parecían ser recipientes con comida caliente dentro.
Eddie, aun confundido, tomo la bolsa y no dudo en sacar la comida. Se acerco al bote, se adentro y se sentó dispuesto a comer, la verdad es que en todo el día había estado comiendo, por lo que a las seis de la tarde ya se encontraba sin nada de comida.
Cuando Iris se metió igual al bote y se sentó frente a el, Eddie hizo un sonido de satisfacción al probar la comida que la castaña había hecho.
—Esta delicioso, Romanoff— la chica coloco su codo sobre su rodilla y sostuvo su barbilla—. Por favor, mañana tráeme más comida hecha por tus manos— Iris río.
—No te preocupes, lo hare.
Mientras Eddie seguia comiendo, Iris se dedico a mirar por la ventana del cobertizo, no pasaban más de las once de la noche. Un pequeño sentimiento de arrepentimiento comenzó a instalarse en su pecho al haber escapado de la casa de los Wheeler.
—¿Estas bien?— la voz de Munson la sobresalto.
—Si, si. Solo que no tenia nada que hacer y estaba aburrida. Así que pensé que era buena idea traerte más comida.
Eddie dejo de comer para verla con atención, Iris se removió nerviosa en su lugar al notar la mirada del chico sobre ella.
—¿Segura?— en ese momento, los ojos de la chica se llenaron de lagrimas.
—No. La verdad solo quería hablar con alguien— musito bajando la mirada.
Eddie dejo la comida de lado y miro con atención a la chica—. Bien, háblame.
Iris lo miro directamente aun con los ojos cristalizados, sobre sus hombros había un gran peso y no sabía como quitárselo. Su garganta dolía suplicando a gritos que sacara todas las palabras que comenzaban a asfixiarla, no sabía si contarle todo a Eddie serviría de algo, tampoco sabía como el chico Munson reaccionaria, pero ya se había ofrecido a escuchar y no había vuelta atrás.
