〰️CAPITULO 10〰️

318 28 1
                                    

Me quedé tan impactada, tan paralizada, el aire se había atascado en mi interior, de repente mi voz no podia salír.

Le habia dicho que habia entrado de forma ilegal, que era una menor en un sitio para adultos, había criticado al camarero y a los de seguridad incluso había insulto este lugar y había dicho que era un asco y jamás pensaba volver.

Y ahora resulta que el era el propietario de todo esto, de la discoteca más reclamada y famosa de la región, de aquella en la que todos los de la ciudad se mataban por entrar.

-¿tu...? - murmure.

-Si, este "pedazo de mierda" - exclamó con arrogancia, imitando mi voz.

-Pero si eres muy joven -dije frunciendo el ceño- No has podido crear todo esto tu solo en tan poco tiempo ¿Esto es de tus padres, verdad?

-¿Que padres? Nunca he tenido de eso - entonces pude ver como en lo mas profundo de su mirada había una mezcla se dolor, de furia y rabia - Están muertos.

Hablaba con frialdad y pude predecir que su carazter distante y seco se debía a la falta de cariño, de amor.

Pero algo no me cuadraba.

"Muertos" la voz de Fredek diciendo aquella palabra no dejaba de retumbar en mi cabeza.

¿Que les habría pasado?
Tenia la sensación de que no habían perdido la vida por una enfermedad comun o causa natural, sino por algo mucho más profundo y peligroso.

Trague saliva con lentitud, queria preguntarle más sobre su vida privada, pero no fui capaz. Sabia que el seguia siendo un simple desconocido y no era de muy buena educación insistir en conocer su pasado.

-¿Y vas a...? - pregunte mientras mi voz iba encogiendose por el miedo.

-No, no voy a denunciarte, tampoco llamaré a la policía, pero no quiero volverte a ver por aquí.

-Descuida, de eso no te preocupes, no pienso volver aquí y mucho menos para verte a ti- dije con voz molesta - No volverás a verme, te lo aseguro.

-¿No volverte a ver? Acabas de darme la mejor noticia de mi vida.

-Eres un idiota, maleducado- susurre para mí misma, pero de alguna manera extraña el me escuchó - Maleducado...

-Me caes mal, Alaska - termino de decir el, con una voz tan sincera y transparente que dejaba ver sobre su rostro una emoción de odio máximo - No intentes ofenderme con tus insultos baratos, cuando vienen de alguien que no me importa, no me afectan.

Ese chico me caía fatal, dios...no lo soportaba. Todo lo que tenia de guapo lo tenia de gilipollas.

¿y eso de insultos baratos? Claro que no eran insultos baratos.

-Si lo son - me contestó.

Tras escucharle decir aquello me quedé completamente paralizada, el...¿como? ¿Como podia?

No recordaba haberlo dicho en voz alta, de hecho estaba demasiado segura que habia sido un pensamiento.

-¿Como...? ¿Como has hecho eso? - murmure, de repente muy nerviosa.

-¿A que te refieres?

-Has...tu...¿tu me has leído la mente? - trague saliva con dificultad.

Este rodo los ojos, extremadamente serio.

-¿Segura que no has bebido alcohol? Por qué estas empezando a volverte loca.

-No - dije temblorosa- ¿como has hecho eso?

-Yo no he hecho nada.

-Eh...-gimio Poppy abriendo levemente los ojos.

-¡Poppy! ¿Estas bien? - le pregunté. Ella asintio levemente.

AMOR ITALIANO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora