AMOR ITALIANO ✔

〰️CAPITULO 15〰️

Mi ojos se abrieron lentamente, cuando la intensa luz me llegó, sentí los párpados doloridos y secos como si hubieran pasado por un desierto.

Me incorpore mientras observaba mi alrededor, desorientada y alarmada.

¿Donde...? ¿Donde estaba?

Parecia una habitación de hospital, había máquinas sanitarias y medicamentos guardados en estantes con puertas de cristales.

Me levanté y me asomé a un largo espejo que había pegado a la pared.

Llevaba puesto un camisón azul hasta las rodillas...¿quién me había quitado mi ropa? ¿En qué lugar me encontraba?

Entonces los recuerdos golpearon mi cabeza y la tensión me inundó.

Me habían intentado matar. Urgot el ladrón del bolso de mi hermana había intentado asesinarme, y Fredek lo habia detenido, si no hubiera sido por el ahora no estaría respirando.

Abrí la puerta y salí lo más rápido que pude de aquella habitación.

Debía salir de allí, quería irme a mi casa.

Mientras andaba por los largos y oscuros pasillos no vi a ningún enfermero o médico, me di cuanto que no estaba en ningún hospital, me sonaban estos suelos y aquellas paredes de metal, yo había caminado por aquí antes...estaba en la segunda planta del Luxury.

Pero...¿Por que tenían una habitación de enfermería en una discoteca? Era algo anormal, fuera de lo común.

Este lugar cada vez se me hacía más turbio y extraño.

Todo estaba notablemente oscuro y silencioso, tan solo se escuchaba el tímido sonido de mis pasos.

Andaba descalza, sintiendo mis pies desnudos y helados, temerosos de tropezar o pisar algo desconocido en la oscuridad.

De repente unos gritos graves captaron mi completa atención, procedían de la habitación de al lado, la puerta estaba entreabierta y por ella salía una linea amarilla de luz.

Me quedé quieta, paralizada por los chillos agonizantes y desgarradores que salían de aquella habitación. Procedían de un hombre.

Lo que sea que estuviera pasando allo dentro, no era nada bueno.

Desde la primera vez que había pisado esta discoteca sentí que no solo era un lugar para bailar y emborracharse, había algo mucho más profundo y oscuro que se ocultaba aquí.

Algo de lo que yo estaba dispuesta a descubrir, mi instinto me chillaba que me asomara a la puerta...

Antes de que mi madre cayera en coma siempre me decía que yo era una chica demasiado curiosa, que aquello me traería problemas, que algún día acabaría mal por ello.

"La curiosidad mato al gato"

No pude aguantar más, cada vez los gritos aumentaban, eran de sufrimiento, empecé a escuchar sonidos bruscos, como puños o látigos...

Di dos pasos en seco, mi cuerpo estaba oculto bajo la oscuridad del pasillo, nadie podía verme, sigilosamente me asomé.

Y lo que vi me dejó sin aire, me mordí los labios para reprimir un gemido de pánico.

Aquella habitación estaba llena de hombres, todos de negro, no parecían personas amistosas ni amables, todo lo contrario, algunos con cuchillos y otros con armas, todos llevaban un tatuaje idéntico en el hombre, eran dos gruesas rayas rojas.

¿Que significaba aquella marca que todos tenían tatuados en el mismo lugar del cuerpo?

Por los suelos habia sangre, balas usadas.