AMOR ITALIANO ✔

〰️CAPITULO 13〰️

Yo camine detrás suya, persiguiéndolo. Le agarré la mano intentando convencerlo de hacer las paces y de que se quedara.

-¡Fredek por favor! ¡Espera! ¡Vamos a hablarlo! - insisti - ¡No quiero ningún taxi! ¡Ahora quiero que me lleves tu a casa!

Este tiro de su brazo intentando deshacerse de mí mano, pero yo le agarraba con todas mis fuerzas.

-Suelta.

-¡No! - proteste.

-No quiero hacerte daño, pero si no me sueltas el brazo, vas a obligarme a que te lo haga y vas a lamentarlo.

Cuando justo había perdido las esperanzas de lograr que se quedara junto a mí, escuche la alocada voz de Poppy.

-¡Eh! ¡Alaska! ¡Mira quién está aquí! ¡El nos puede llevar a casa!

De lejos mire la puerta del restaurante acababan de salir Matias y Berta...Ambos vieron a Poppy, se acercaron al banco donde ella seguía sentada y los tres intercambiaron varias palabras de las que no pude escuchar.

Mire a Cesar, se había detenido a mí lado, muy quieto, sus puños apretados, con sus ojos clavados como alfileres letales sobre Matias, quien también había levantado la cabeza hacia el.

Ambos hombres se mantenían la mirada fija, habia tension entre ellos, sus rostros trasmitian una emoción extraña que no pude descifrar, como si ya se conocieran del pasado...

Suspire, rendida.

-Esta bien. Vete si quieres. Me he comportado como una idiota y lo siento mucho. Adiós Fredek.

Al decir aquello, me giré y me dispuse a caminar para alejarme de el, pero entonces sentí su respiración profunda sobre mi espalda.

-¿De que lo conoces? - me pregunto muy seriamente mientras me agarraba del brazos, no tarde en deducir que se refería a Matias - ¿Tu...? ¿Eres una Darlex?

Fruci el ceño al escucharlo ¿Que si era una que? ¿Eso sería algún tipo de insulto en otro idioma?

-¿Perdona? ¿De qué estás hablando? - le fulmine con la mirada - ¿Tu...? ¿Hablas español verdad? ¿O eres un terrícola abducido de otro planeta?

Su mirada se suavizó y una de sus manos colocó uno de los mechones de mi cabello detrás de mí oreja.

- ты привлекательный, Alaska - dijo con voz calmada y suave.

Sus dedos acariciaban los mechones de mi cabello. Estuve a punto de cerrar los ojos y perderme en aquella caricia, nunca había sentado nada igual, pero entonces el pareció notarlo y rápidamente apartó su mano como si le quemara.

Me quedé paralizada por la sorpresa, por su comportamiento y por todas aquellas extrañas palabras que el había pronunciado con agilidad y fluidez.

-¿Eso...? ¿Que idioma es ese? - parpadee varias veces a la espera a que el traducirá lo que yo no conseguía entender, pero no lo hizo - Dimelo, por favor.

-No lo haré. Es más divertido verte sufrir con la intriga - hablo serio.

Le puse mala cara.

-¿Eres así de maleducado con todo el mundo?

Este esbozo una sonrisa malvada y con voz burlona susurro.

-Solo con las chicas feas.

La furia apareció en mi rostro y aquello pareció divertirle más, pues su sonrisa se agrandó.

Iba a protestar, a gritarle todas aquellas palabrotas que mi boca deseaba pronunciar, pero entonces Poppy, Matias y Berta llegaron hacia nosotros.

-¡Hola! - saludo mi hermana pasándome un brazo por encima de mi hombro, me guiñó un ojo mientras susurraba solo para mis oídos - ¿Estaba interrumpiendo algo?