〰️CAPITULO 12〰️

264 26 0
                                    

Dejo el cigarro en el cenicero y fue hacia su mesa a por unas llaves, deduje que eran las del coche.

Al ver que yo había ganado en convencerlo, empece a aplaudir y dar saltitos de victoria y alegría, este se giró para mirarme.

-¿La niña está emocionada? ¿Quieres una piruleta? - se burlo - ¿o quizás un chupete?

-Callate ¡No vuelvas a llamarme así! - le espete mientras este abría la puerta y me hacia un gesto con la mano para que saliera yo primero dem despacho - Al final me vas a resultar educado y todo.

-Claro, soy todo un caballero.

-Mas quisieras...-hable entre risas.

Cuando nos pusimos a caminar por el pasillo del segundo piso, nos cruzamos con un grupo de hombres de malas apariencias, parecia gente peligrosa, matones con cara de pocos amigos, uno llevaba una pequeña mancha de sangre en la camisa, otros iban con navajas, pero no me atreví a preguntar quienes eran o que hacían aquí en el segundo piso.

Cuando pasábamos delante de ellos, hicieron un gesto de saludo con la cabeza hacia Fesdek, parecían tenerlo mucho respeto, este tambien les devolvía el gesto con la cabeza, ninguno de ellos habló, nosotros tampoco, nadie dijo nada. Ellos desaparecieron por otra parte del pasillo.

Me resultó demasiado extraño.
Todo era muy raro.
Pero contuve mi curiosidad.

Cuando llegamos al ascensor, entramos, las puertas automática se cerraron y nos quedamos a solas, le mire en silencio.

Llevaba una chaqueta de cuero negro, las manos estaban sobre sus bolsillos de manera tranquila.

-Oye...eh..eres un buen chico - dije Algo incómodo, pues era demasiado orgullosa para decir aquellas palabras, no estaba acostumbrada a agradecer nada a nadie - Muchas gracias.

Me miró, muy intimidantemente, si sus ojos fueran espadas, ya me habían atravesando y agujereado cada pequeño centímetro de mi cuerpo.

-¿Yo buen chico? - seguia serio, pero en su interior parecia aguantar la risa mientras se señalaba así mismo - Soy de todo menos eso.

-No - dije muy firme - Me has ayudado, a Poppy y a mí, me he colado en tu propiedad privada dos veces y no me has denunciado. Te puedo asegurar que eres una buena persona, es muy lindo por tu parte lo que estás haciendo por mi.

El curvo sus labios, esbozando una tímida y pequeña sonrisa. Los músculos de sus brazos se habían tensado, se habían contraído como si aquello le incomodara.

Fue ahí cuando me di cuenta que no estaba acostumbrado a los halagos o a recibir ese tipo de afectos cariñosos.

No estaba acostumbrado a recibir amor.
Predecía que su infancia había sido dura, muy jodida, por eso seguramente era tan distante y frío.

Era la primera vez que mostraba una sonrisa transparente y sincera hacia mí, no había burla o superioridad en su rostro, solo calidez y cercanía, como si estuvieramos compartiendo un momento intimo.

Este no era el desconocido gruñón y testarudo que había conocido unas horas atrás, era como si ahora estuviera mostrándome una parte sensible de el que no le mostraba a nadie más.

No pude evitarlo, aunque puse todo mi autocontrol para no caer en su belleza, me perdí en aquellos ojos negros cobrizos, cuando sonreía, joder, no había imagen visual más hermosa que aquello, que el...

-Te lo digo de verdad. Eres bueno Fredek, muy buen chico- repeti con suavidad.

-Me suelen decir lo contrario, si conocieras todo de mi no pensarías lo mismo.

AMOR ITALIANO ✔Where stories live. Discover now