Marco por teléfono a Ino necesitaba una opinión para saber que debía llevar a la fiesta.
- Bueno - Se escuchó una voz pastosa al otro lado de la línea.
-Ino - Saludo Hinata, odiándose por sonar entusiasta, un punto que sabía no era bueno - ¿Cómo vestirás para la fiesta de Naruto? -
- Se directa Hinata, lo que querías decir fue ¿Qué debo usar? -
A pesar de todo lo que había pasado con Ino aún se sorprendió por la respuesta brusca.
Verifico que la puerta estuviera completamente cerrada, y se acercó al armario.
-Falda negra de holanes - Parecía que Ino era quien estaba frente al armario - blusa de cuello de tortuga color vino, unas medias y botas, ¿te digo que conjunto debes usar? - Antes de que pudiera responder Ino siguió - y Hinata no te tardes en llegar a la escuela, y toma notas, llegare tarde - Ino colgó.
Sacó la ropa que Ino había dicho... completándolo con un conjunto interior rojo, dudando un poco de la selección echa, de su cajón de la ropa interior saco una pequeña bolsa.
Escucho como su hermana subía el volumen del estéreo.
- Hanabi bájale - Grito tocando la pared que unía su cuarto con el de su hermana.
Colocó sobre su cómoda el polvo blanco, extendiéndolo, formando sus tiras.
El sonido del estéreo paro súbitamente, dando paso a las voces de su hermana, su padre y su madre.
- Hanabi, estamos orgullosos, tu director nos informó sobre el concurso - Decía su madre, la risa tonta de su hermana llenaba la casa.
Hinata inhalo su primera tira de cocaína.
Si cerraba los ojos podría imaginar a su padre susurrar, mucho mejor que tu hermana la porrista, una frase llena de desprecio.
La segunda línea desapareció en su nariz, no era suficiente.
Miro la foto sobre su cama... ella y las porristas, un grupo para tener "atención" solo miradas sobre ella.
Inhalo la tercera tira... solo quería ser suficiente, que alguien le prestara atención.
Se tiro en la cama, dejando que su escape, las drogas la llevaran a volar.
Este fin de semana seria la posada de Naruto y en su salón no se comentaba nada más, todos querían causar una buena impresión, y es que la sociedad nos ha educado así, las impresiones, lo que piensen los demás es lo más importante.
Giro la vista al verla entrar al salón, ahora que la conocía un poco mejor realmente se había enamorado de ella. Se acercó a su lugar.
-Hola Sakura-
-Sasuke-kun- Respondió nerviosa mientras estiraba un poco las mangas de su suéter.
Un tic que Sasuke había notado ella repetía mucho, sin embargo no le dio importancia, vamos ¿era solo una manía? Seguramente.
- ¿Quieres ir al parque cuando salgamos? -
- yo... No, no lo sé - Tartamudeo ella.
- ¿Ya tienes planes? -
- No, bueno si, saldré con mi madre -
Tenía tantas ganas de salir con él, pero se preguntaba qué era lo que él veía en ella... A veces dudaba de tanto interés.
- Entonces salgamos otro día - Respondió Sasuke con un poco de desilusión en su voz Se sonrojo al escuchar sus palabras.
- Sonrojada eres aún más hermosa - Afirmo Sasuke mientras tocaba tiernamente su mejilla.
- Sasuke-kun no debes decir mentiras - Pensó ella sin atreverse a decirlo por miedo de que pensara que era tan vanidosa que quería recibir más cumplidos; cuando realmente pensaba, que ella no era linda, mucho menos hermosa, en cambio solo dijo - Gracias Sasuke -
- ¿Asistirás a la fiesta de Naruto? - Pregunto él mientras se sentaba a su lado en una banca desocupada.
- Supongo que si - Respondió ella no muy segura - Aun no lo sé -
Sasuke sonrió, llevaba días preguntándole lo mismo; pero siempre la misma respuesta - Si te decides, puedo pasar por ti -
- Gracias Sasuke -
Sakura no tenía ganas de asistir a la fiesta, quería ir, ansiaba ir pero tenía miedo de no ir tan linda, o de ser el hazme reír de la fiesta, simplemente tenía miedo.
Sakura se esforzaba para buscar algo más que decirle, no lo logro así que solo asintió, mientras veía a Hinata entrar al salón, supuso que había tenido otra mala noche, pues sus ojos se notaban rojos, ¿Eran quizás por las lágrimas? ¿Quizás solo no había dormido bien?
Naruto entró tras ella, tomando una pastilla y agarrando su cabeza, la cual le dolía, era insoportable, pero estaba bastante acostumbrado, se sentó al lado de Kiba, este sabía que no era un buen momento para tratar con Naruto, pues la resaca seguramente lo tendría de mal humor.
Todos tomaron su lugar mientras el profesor empezaba la clase, no era anormal que Ino no llegara a la primera clase, ella llego cuando la 3ra clase estaba por comenzar, su rostro cubierto de maquillaje mostraba una sonrisa falsa, y cuando entro al salón lo hizo como si todos la hubieran estado esperando, lo hizo como una reina, caminando con seguridad, Kiba al mirarla sonrió de medio lado, recordando la noche que habían pasado juntos.
Todos ellos saben fingir muy bien, han aprendido como aparentar, y le han cogido el gusto, todos dispuestos a disfrazarse a mentir, a no ser ellos mismos.
Apariencias, ¿Cuánto finges tu para agradar a los demás?
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