Capítulo 7.

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Cuando despertó tuvo una sensación extraña, era como... si hubiera tenido un sueño de su infancia.

‹Qué molesto›.

No sabía que era más molesto, haber soñado eso o no poder recordar lo que había soñado, pero estaba bien así, no había nada que quisiera recordar de ese entonces.

Lo siguiente que Aylin notó, un poco más despierta, es que donde estaba acostada era muy cómodo, demasiado cómodo, este no era el sofá donde llevaba durmiendo unas semanas y sus hermanos no estaban metidos en sus costillas.

‹ ¿Qué demonios? ›. Pensó, sentándose en la cama de golpe al darse cuenta que no tenía idea de dónde estaba.

— Ah, despertaste —fue la voz que escuchó, aunque seguía un tanto desorientada pudo notar que era la voz de Samantha.

Aylin dirigió su mirada a Samantha, sin terminar de entender qué es lo que estaba haciendo en su cama. Si mal no recordaba, se había dormido en la mesa, así que ¿En qué momento...?

— ¿Quieres cenar? —preguntó Samantha, quien pudo notar como la mirada de Aylin brilló ante la mención de comida.

‹ ¡Espera! › pensó, recordando algo. De inmediato dirigió su mirada al reloj en su muñeca, notando que ya eran poco más de las 10 de la noche, y que estaba oscuro. ‹Mierda›

Bajo la mirada curiosa de Samantha, Aylin buscó su celular entre sus ropas y rápidamente comenzó a buscar en el chat de Amber, preocupada por la situación de sus hermanos.

「 Están durmiendo 」 decía una foto con esos dos durmiendo en la cama. Sólo cuando vio esa foto su alma volvió al cuerpo.

— Pero, ya es muy tarde...—comentó Aylin, un tanto nerviosa mientras levantaba su vista de su teléfono.

Suspiró al escuchar esa respuesta— Esa chica está cuidando a tus hermanos —dijo Samantha, acercándose a la cama para mostrarle el libro.

—...

La expresión de Aylin mostró fastidio al leer cómo estaban usando a sus hermanos menores como un medio de juntar a Amber y Will, el mejor amigo de la protagonista, el cual claramente estaba muy friendzoneado, y hacer que las lectoras se pongan a pensar cómo sería si esos dos tuvieran hijos propios.

Era un método sucio usar a sus hermanos para hacerle creer a los lectores que William tenía una oportunidad con la protagonista, pero esto explicaba porque la habían juntado con Samantha en el trabajo.

— No sería bueno que interfieras en los planes de la autora —le advirtió Samantha, logrando empeorar el ánimo de Aylin— O podría pasarte algo en el camino para hacer que el tiempo entre ellos aumente.

Esa era una jugada sucia, pero la verdad es que la autora si era capaz de hacerla tener un accidente o algo de camino para que Will y Amber pudieran jugar un rato más a la casita feliz y, de paso, agregar un momento dramático en la historia al sacar de escena a un personaje importante. Era ese típico "ahora estos niños son nuestra responsabilidad" para hacer que dos personajes se juntaran, algo así como cuando la villana fingía estar embarazada para atar al protagonista pero en versión menos tóxica y un poco menos cliché.

— Agh...—se quejó Aylin, no muy feliz con las decisiones de la autora de este libro. Lo peor es que enojarse con la autora tampoco era buena opción, además de ser inútil aquello sólo iba a desgastarla ya que su destino dependía de ella... muy literalmente.

De una forma en tanto extraña Samantha estaba evitando que la autora tuviera la tentación de hacer que Aylin tuviera un accidente o algo por el estilo de camino a casa de la protagonista. Por lo menos el hecho de que la autora fuera tan predecible le evitaría una nueva estancia en el hospital.

— Bien —suspiró, apoyándose ociosamente en la cama— ¿Qué hay de cenar? —preguntó, resignándose a la situación.

Si la autora quería hacer que William y la protagonista jugarán a la casita feliz les dejaría hacerlo, sólo por esta ocasión.

Estoy a favor de la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora