Capítulo 13 "Él no me quiere de vuelta".

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Rob se alejó, dejando a un pensativo Harry que permaneció afuera del remolque, de pie, analizando las palabras de Rob, él no quería que otro llegara y le dijera a Louis las palabras de amor que él sentía. De pronto, se encontró reconociendo delante de Rob que no quería eso, reconociendo que entre ellos podría existir una historia permanente, dejar de ser inconclusa.

Se hundió en sus pensamientos, con el cuerpo lleno de calambres, con el corazón agitado y el alma suplicando por una oportunidad, Louis estaba tan cerca y tan lejos a la vez.

Harry se sintió incapaz de entrar y compartir el mismo espacio con su mejor amigo porque su cuerpo y su boca no estaban cooperando con su cerebro, se habrían rebelado y seguramente habría tomado a Louis de los hombros para estamparlo contra la pared, inmovilizándolo hasta que escuchara cuán amado y deseado era. Pero existía un contrato, existían cláusulas, existía Amelia y su compromiso con ella y cada una de aquellas excusas ató sus pies y su boca para evitar que corriera dentro del roulette y gritara que estaba profundamente enamorado de él.

Después de escasos diez minutos de pelear en su propia mente y permanecer en la misma posición, Louis abrió la puerta, lo encontró igual que antes, con el vestuario de Tom, el ceño profundamente fruncido y el labio mordisqueado, señales claras de que Harry no estaba bien.

La presencia del castañito tenía un efecto hipnotizante, sus ojitos azules siempre brillaban, aún bajo la escoria del juicio y escrutinio. Harry lo vio salir y su corazón reconoció a quien pertenecía pues palpitó errante, como si quisiera salirse para reunirse con Louis.

—¿Terminaste? —preguntó y su voz vibró ante la imagen del castañito, Louis era bellísimo, no solo por fuera, él tenía ese tipo de belleza del alma, esa que no ahoga, que te recuerda que no hay jaulas junto a él, que siempre dejará la puerta abierta para quien quiera volar.

Sus brazos se movieron en su dirección queriendo envolverlo y protegerlo del frío del mundo, es que sí, sus brazos estaban hechos para sostenerlo. 

Un suspiro escapó de sus labios cuando lo vio salir con aquella enorme chaqueta puesta para ocultarlo del ojo público.

—Sí, me voy.

—Sí, claro. Yo también, solo me cambiaré la ropa.

—¿Por qué no entraste?—preguntó con algo más que sorpresa. El amargo sabor de la respuesta ya permeaba su lengua.

—Tú estabas dentro, cambiándote...—palideció cuando su propia voz delató la excusa más endeble y estúpida que pudo decir, se arrepintió tan pronto estuvo fuera aquella respuesta.

Louis soltó un pesado aire que llevaba decepción en cada partícula cuando le oyó.

—Eso nunca te ha detenido antes —preguntó con decepción al notar el cambio en el comportamiento de Harry —¿Qué pasa? ¿Ahora me tienes miedo? ¿Temes que me aproveche de ti solo porque no soy el icónico Casanova que va tras las chicas?

—No, —se apresuró a responder—es solo que quería respetar tu espacio.

—Me alegra, nosotros los astronautas necesitamos espacio para vivir —respondió sarcástico, pero la decepción era tangible —qué considerado, gracias.

—Louis...lo lamento, estoy siendo estúpido.

El castañito no respondió, y eso fue, indirectamente una respuesta también.

Caminó detrás de él, tenía el corazón agitado y sus manos ansiaban enredarse con las de Louis. El cantante caminaba con el rostro al frente pero su mirada estaba en sus zapatos. Atravesaron la parte más extensa del set en silencio y la carga emocional más pesada sobre sus hombros, Louis apenas se despidió a lo lejos de Michael, mientras Harry le seguía como un cachorro.

"Sin créditos para Louis"Where stories live. Discover now