Hurren llegó a la aldea en busca de una nueva vida para su futuro, trabaja cómo niñera de Esther Mikaelson.
Esposa de un poderoso terrateniente,
Mikael Mikaelson, quien queda totalmente enamorado de la peliroja quien la enamoró y Hurren da a Luz a s...
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Todos estaban atentos en la mansión. Sabían que Mikael no había sido invitado, estaba algo nerviosa a decir verdad.
Había registrado todo el lugar y no había señales del Roble Blanco y Finn estaba a mi lado mientras sostenía mi mano con ligeros celos pues algunos invitados comenzaron a verme de forma nada apropiada.
Kol había estado merodeando por la planta alta, decidí dejar a Rebekah en casa ya que no estaba para drama familiar con su corazón roto.
— Madre, Mikael está afuera — Habló Finn a mi oido y asentí mientras comenzaba a caminar hacia la puerta y pude ver a Klaus discutir con el.
— Anda muchacho, sal. — Retó Mikael.
Y pimienta xdxdperdón.
— Seria más divertido ver como mis híbridos se divierten destrozandote. — hablo Klaus y sonrío mientras veía a Elena.
— Esos serán los últimos de tus abominaciones. Sal ahora mismo si no quieres que la mate. — amenazó.
— ¡Anda. Matala! No la necesito — . Gritó Klaus y Mikael río con cinismo.
— Tus impulsos Niklaus. — apuñaló a Elena y la misma calló al suelo.
— ¡No! — . Gritó Finn a mi lado y se apresuró a caer encima de Niklaus.
— ¡Finn! — Mi rostro se lleno de horror al verlo comenzar a quemarse.
— No. No. No — . Corrí hacia el y metí mis manos al fuego para sacar la estaca y lanzando la poca que quedaba hacia Klaus quien inmediatamente salió del transe y se lazo hacia Mikael.
— ¡Madre! — Grito Finn mientras trataba de retener la muerte con mi magia.
— Mamá detente — . Kol intentaba jalarme. — ¡No, alto!. — volvió a insistir y lo aparte mientras abrazaba el cuerpo inerte de mi niño.
— Vamos hijo mío. Por favor, No. No. — sentí como mi ira me consumía pues la mansión había comenzado a temblar. — ¡Finn! — . Pegue un grito al cielo y todos salieron disparados fuera de la mansión.
