Chapter 22

1.1K 103 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era la primera vez que veía un tatuaje como ese, Finn me comentó que Alexander estuvo un tiempo fuera de la provincia y regreso con ese tatuaje lo cual me parecía algo sospechoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Era la primera vez que veía un tatuaje como ese, Finn me comentó que Alexander estuvo un tiempo fuera de la provincia y regreso con ese tatuaje lo cual me parecía algo sospechoso.

— ¿Dónde está Sumbul? — Me giré hacia Nasli.

— No lo sé, si gusta puedo ir a averiguarlo. — Me respondió.

Asentí pero un grito de Sumbul me hizo voltear para verlo correr hacia mi con lloriqueos.

— Mi Reina. El príncipe — Negó y me levanté rápido para usar mi velocidad y entrar al castillo e ir a la habitación de mi hijo. — ¡Finn! — Grité llevando mis manos a mi boca.

Finn traía una daga en el corazón, sus venas eran grises y parecía completamente dormido. Saqué la daga de plata y la solté al ver cenizas de Roble blanco caer en mis manos.

No. No. No.

— ¡Finn! — Rebekah Gritó detrás de mí y se puso del otro lado de la cama.

— ¿Cuánto tiempo lleva así? ¿Por qué no ha despertado? —  Me giré hacia Sumbul.

— Lo encontramos en el bosque junto a un vampiro muerto. Está claro que él fue quien lo apuñaló, parece que le había pagado con un anillo de luna y como está nublado no afectaba en ningún momento. El anillo es falso. — Me explicó.

— ¿Madre? — Rebekah trato de tomar mi mano pero me levanté.

— Traigan a Alexander ahora mismo. — Exigi y me giré a ver a mi hijo quien aún no despertaba.

Sumbul hizo una reverencia y se fue rápidamente.

— Finn, cariño. — Me senté a su lado y acaricie sus manos con delicadeza, solté un suspiro al ver que lentamente las venas desaparecían. — Eso es... tardarás unas horas más. — Besé su frente y acaricie su cabello con delicadeza.

— Mi Reina. — Alexander estaba parado en la puerta.

Me levanté con enojo hasta ponerme delante de él. — ¿¡Dónde estabas!? — Alcé la voz — Finn pudo ser asesinado y tú te encuentras paseando. ¡Tú deber es protegerlo! — Grité y él simplemente bajo la cabeza. Mi vista se dirigió a Rustem quien me mostró un papel en ella. — Lárgate — Le órdene a Alexander. — Ya decidiré que hacer contigo.

Madre Original Donde viven las historias. Descúbrelo ahora