Hurren llegó a la aldea en busca de una nueva vida para su futuro, trabaja cómo niñera de Esther Mikaelson.
Esposa de un poderoso terrateniente,
Mikael Mikaelson, quien queda totalmente enamorado de la peliroja quien la enamoró y Hurren da a Luz a s...
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— No voy a corromper a las leyes de la naturaleza — Se negó Ayana.
— Ayana, por favor. — Suplicó Esther entre lágrimas — No deseó perder otro hijo. Hurrem también eres madre, debes apoyarme.
Por primera vez formamos una alianza, los cinco estábamos en una reunión importante para la supervivencia de nuestra familia y la culpa me carcome por dentro por el incidente con Kol.
— No voy a permitir que intenten atacar a la naturaleza — Volvió a negarse Ayana.
Solté un suspiro al sentir la mirada de todos. Yo tengo la última palabra ante esta discusión y definitivamente me sabe muy mal eso.
— No voy a permitir perder a ninguno de mis sobrinos nuevamente — Trató de persuadirme Astrid.
— Hurrem... — Mikael tomó mis manos entre las suyas para después mirarme a los ojos. — Esto es por nosotros, nuestros hijos debes vivir. No voy a permitir que nos saquen de nuestras tierras.
Asentí algo distraída por los gritos y debates que tenían los ancestros en mi cabeza. Varios estaban a favor y otros simplemente negaban con coraje.
— No voy a participar en este cruel acto — Ayana salió de la casa con enfado.
— Voy a pensarlo — Asentí y solté las manos de Mikael — Déjenme sola... — Susurre.
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— Si me permite mi opinión, este incidente podría beneficiarnos a nosotros. Es su destino gobernar el mundo como ha dictado la misma Naturaleza. — Sumbul habló a mis espaldas.
Sonreí al escuchar la afirmación de todos del otro lado, es hora de Tatia pagué por sus pecados.
— En ése caso, usaremos a Tatia en nuestro pequeño plan. — Sonreí.
— Hurrem — Esther se acercó con un frasco entre sus manos.
A quien menos quiero ver.
— He escuchado que quieres usar a Tatia. Le he pedido un poco de su sangre para el hechizo, no solo se trata de ustedes... deseo un poco paea mi hijo, aún es joven y... esperaré a que crezca.
