Hurren llegó a la aldea en busca de una nueva vida para su futuro, trabaja cómo niñera de Esther Mikaelson.
Esposa de un poderoso terrateniente,
Mikael Mikaelson, quien queda totalmente enamorado de la peliroja quien la enamoró y Hurren da a Luz a s...
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— El rostro de mi madre finalmente sonríe, extrañaba Urani. Ahora me dejará sola. — Volteó a ver a Itzel quien permanece el silencio mientras caminamos — Itzel ¿que te sucede? No haz dicho una sola palabra en toda la mañana — arrugue mis cejas con molestia — ¿Paso algo con Román o Elijah?
— Nadie. — Negó — Estoy un poco cansada. No pude dormir.
Abrí mi boca para decir algo pero me abstuve. Tal vez es mejor no meterme.
— Usted es la vida del mundo. — Escuché del otro lado del bosque, me di la vuelta para verlo y un hombre estaba de espaldas con un lápiz entre sus manos.
— ¿Quién es el? — Pregunté hacia Itzel quien negó extrañada.
— Mi cuerpo no tiene vida sin ti... — Se llevó el lápiz a la boca con pesar.
Me acerqué a pasos silenciosos mientras movía unas ramas y escucharlo hablar mientras anotaba.
— Sin ti... mi cuerpo... — Se quedó en blanco.
— Sin vida. — Terminé por el y se levantó rápido para hacerme una reverencia. — ¿Para quien escribes esos versos? — Jugué con mi cabello.
— ¿Yo? — Me miró.
Asentí sin borrar mi sonrisa, me gustaba verlo nervioso.
— Para nadie — Miro detrás de mí y supe que había visto a Itzel — Disculpe si la he molestado.
— No te preocupes, no soy nadie importante. Mi padre trabaja en el palacio, solo vine a verlo. — Escuché la risita de Itzel.
— Pensé que era de la familia real.
Me reí levemente y negué dejando de jugar con mi cabello — ¿Por qué pnsaste eso? ¿Me veo como una princesa para tí?
— No lo sabría, nunca conocí a una princesa en mi vida.
— Nunca lo hagas — Me quejé — Son muy orgullosas, ¿no oíste hablar de Rebekah? Es la hija de la Reina. Ella es su única hija es por eso que es altiva y fría. Y muy fea. — Me puse a una distancia prudente — Pero no le digas a nadie lo que te dije.
