Flynn's Fox Drink

Chapter 33

No fue suficiente decir "crujido". Es más como "¡Bboo-sik!" Hugo, que se había quedado dormido, fue despertado por un extraño sonido.

"¿Te has despertado?"

Cerré los ojos al ver que dormía profundamente a mi lado, pero Flynn estaba despierto.

No es suficiente, pero está acostado sobre sus cuatro pies, poniendo sus dos puños en la almohada, y mirando fijamente la almohada. El pelo plateado disperso caía sobre su frente.

"Cariño... ¿qué estás haciendo?"

preguntó Hugo, alarmado por la extraña postura de Flynn. ¿Qué le pasa, es sonámbulo? ¿No ha digerido la cena? En realidad, quería estrangularme el cuello, pero ¿se conforma con estrangularme la almohada?

En un instante, pensé en cincuenta mil cosas.

Flynn, que se miraba a sí mismo con ojos ligeramente somnolientos, dijo con impaciencia.

"Soy un hábito... haré un poco más".

¡Bboo-sik! ¡Bboo-sik!

Pronto hace un fuerte ruido y rasca la almohada con violencia. Era como cavar. El problema es que el lugar donde están tumbados los dos no está en el suelo, sino en la manta.

¡Boo-sik! ¡Bboo-sik!

Su pelo se agitaba, sus orejas bailaban y sus ojos no dejaban de mirar la almohada.

La almohada plana ya ha sido arañada por la mano del zorro, haciéndola aún más plana.

De hecho, cuando la mano derecha rasca, el lado derecho se tensa, y cuando la mano izquierda rasca, el lado izquierdo se vuelve a tensar. Por lo tanto, no había ninguna diferencia entre el antes y el después del rascado.

El acto sin sentido duró cerca de un minuto y Flynn recostó cuidadosamente su cabeza en medio de la almohada.

"Cariño... ¿por qué vendiste la almohada?"

"Elegí una libélula".

El zorro, que se tomó un respiro, respondió con calma. Si es realmente cómodo y bueno, se tumba de lado mirando a Hugo y mueve la cola.

"Oh... libélula, lo lograste".

"Sí".

"¿Entonces cuál es la diferencia? No te estoy tomando el pelo. Sólo tengo curiosidad. Yo también cavaré".

Fue sólo unas horas después de la reconciliación. Las réplicas del intenso dolor que sentimos cuando nos odiamos todavía no han desaparecido. Hugo preguntó con mucho cuidado.

"Sólo lo estoy haciendo".

"¿Sólo?"

"Acabo de despertarme. El director ejecutivo está a mi lado. Está calentito y cómodo. Así que quería hacerlo como en casa. ¿No debería hacerlo?"

"...haz lo que quieras, como en casa. Confortablemente".

Se me atragantó que mi presencia fuera cálida, cómoda y confortable. Hugo se tragó un nudo que le sacudió la garganta y respondió.

Quise abrazar a Flynn de inmediato, pero no pude hacerlo porque temía que la libélula del zorro se ensuciara.

Poco después, el aliento del zorro cambió a un sonido colorido. Para el elaborado arreglo de la cama, las grandes orejas estaban dobladas hacia atrás en el cubo de dormir que había alrededor. Hugo estiró sus orejas al revés y se abrazó a sí mismo mucho más pequeño que yo. Poco después, él también se quedó dormido. Era la primera vez en mucho tiempo.