Cartas para Dios

#15

Sé que fueron muchas aquellas veces que sólo quería mostrarme, que sólo quería hacerme un nombre.

Fueron casi diarias las veces que veía en mi teléfono aquellas cosas que me esclavizaban.

¿De qué sirve el placer que me esclaviza?
¿De qué sirve el nombre que se forja en vano?

Pensé... "Estoy tan vacía"...

Pero comprendí, que lo que estaba buscando no estaba en ti, sino que eras tú.

En ti esta todo, pero si tengo todo pero no te tengo a ti... ¿qué sentido tiene?

¿Mantener oculta mi antigua vida? Si lo que en realidad quiero es vivirte a ti... es explorarte, conocerte.

Quiero la vida que tú tienes para mí, no la que yo idealizo, no la que pienso que es la mejor, sino la que tú tienes.

Quiero conocerte a ti, no lo que creo de ti, no lo que pienso que eres, quiero que me confrontes.

Te busco, te llamo, sé que me encontraste, sé que respondiste. Ayúdame a verte más claramente.

Ayúdame a dejarme de lado para seguirte cada día, muéstrate en mi vida, yo te muestro quien soy en lo íntimo.

Quiero tus palabras, tus silencios, lo bueno, lo que debo aprender, tus consejos, tus enseñanzas, tu amor, tu justicia.

Muéstrate en lo secreto, muéstrate en lo público.

Muéstrame tu corazón, toma el mío, dame el tuyo.

Enséñame lo que te llevó a la cruz, endereza mis sendas, mis caminos ya no me pertenecen.

Enséñame a valorar el camino que me diste dejando esa tumba vacía y volviendo de nuevo a Papá.

Enséñame.

No tengo mucho para darte, solamente todo lo que soy.

Quiero ser en ti, quiero que seas en mí.