Cartas para Dios

#17

Hay días y días, a veces estoy bien, otras veces me cuestiono todo.

Hay días en los que quiero buscarte como si no hubiese un mañana, en otros me siento tan estancada y fría que termino escuchando voces de culpa.

Pero aunque a veces la ansiedad me viene a buscar, aunque haya días en los que la tentación sea irme...

Aunque haya veces que no siento nada y mi corazón parezca una piedra, tus aguas me rodean y encuentro un consuelo eterno.

Recuerdo entonces que no hay mejor lugar que estar en tus brazos, Papá.

Aunque haya días y días, días en los que me distraiga tanto, días en los que no entienda nada, ni en la escuela ni en casa.

Cero días que pesan, en los que recuerdo voces del pasado, esos que marcaron mi ser, aunque pase de todo, tú estás presente.

Aunque hayan días en los que quiera desaparecer o días que quiera vivir al máximo, tu vida sigue fluyendo en mí, tus ríos no paran nunca.

Tu fuego sigue encendido, mi alma te necesita todos los días, tus brazos son el lugar seguro, aunque a veces no quiera decirte nada...

Aunque haya días en los que quiera estar simplemente en silencio y ni siquiera pueda escuchar tu voz, tu Espíritu me recuerda que me estás transformando.

Tú estás en todos mis días enseñandome a vivir en ti.

Sin importar el día o como me sienta, todo lo que necesito esta en ti o mejor dicho, tú, Papá, eres todo lo que necesito.

Hay días y días pero sin importar el día tu amor y gracia nunca cambian.

Sin importar el día la cruz fue suficiente.