🍞Día 16: Parto🍞

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-...Sr. Altin ¿Va a acompañarnos en el procedimiento?

-...Bueno...

-...Oh sí. Lo hará...—Habló entre quejidos el rubio. Otabek tragó saliva pesadamente—...Después de todo, es tu maldita culpa, kazajo de mierda...—Gruñó. Sus manos apretaban fuertemente las sábanas y el suave colchón.

-...Bien, debe colocarse algunas cosas que haré que le traigan de inmediato...—Sonrió ella y le hizo un par de ceñas a una enfermera que se llevó al rubio con todo y camilla.

Otabek no solo esperaba que todo saliera bien, también esperaba soportar todo lo que se avecinaba.

Una enfermera llegó a entregarle una bata médica, un gorro celeste, un par de guantes y un cubrebocas, diciéndole que para entrar con su pareja debía usar todo eso.

Por protección.

Por protección el condón y por imbécil no lo usó.

Tomó un largo respiro en lo que Yuuri palmeaba su espalda para tranquilizarlo. No lo hizo, pero valió la pena el intento.

Después de recorger al aún nockeado enfermero del suelo, lo guiaron a la sala en donde su pareja se encontraba con las piernas colocadas en dos bases de metal suspendidos que sujetaban sus pies para que no se moviera bruscamente en lo que el bebé nacía.

-...Beka...—Jadeó y extendió una mano hacia él. El kazajo se sintió más nervioso y se acercó a darle la mano, inmediatamente el rubio lo haló hacia sí y le miró con todo el odio del mundo—...¡Hijo de puta! ¡Todo esto es tu culpa! —Gritó y apretó su mano con fuerza, casi queriendo partirle los dedos.

-...Yura...—Se quejó e intentó apartar su mano, sin embargo, este lo mantenía muy bien sujeto.

-...¡Nada! ¡Estúpido kazajo de mierda! —Gritó y arqueó su espalda—...¡Por tu maldita culpa me voy a partir en dos! —Grandes lágrimas salían de sus ojos verdes. El mayor intentó limpiárselas, pero él intentaba morder su mano cada vez que la acercaba. Suspiró pesado—...¡MALDIGO EL DÍA EN QUE TE VINISTE EN MI! —Gritó nuevamente.

-...Si mal no lo recuerdo, Yura. Tú pediste por ello...—Hizo una mueca, tratando de quitar su mano sin éxito alguno.

Para las enfermeras que iban y venían revisando y llevando cosas, la situación se les hizo graciosa. Claro, dos jóvenes primerizos peleando en la sala de parto no era algo muy común de ver, menos si se trataba de una pareja masculina.

-...¡No digas esas cosas, idiota! —Se quejó y jadeó rápidamente, mirando a todos lados—...Me voy a morir, Beka. Me voy a morir...—Chillaba preso del pánico.

-...No digas eso, soldado...—Apretó su mano para que le prestase atención nuevamente—...No vas a morir. Todo va a estar bien. Solo es...—Siseó cuando le enterró sus uñas—...Solo es nuestro bebé que quiere saludar al mundo. Solo eso.

-...¡Pues que lo ponga de estado en whatsapp! —Gritó, se arqueó y volvió a jadear con rapidez. Aquello hizo a las enfermeras reír bajito—...Beka. Tengo miedo...—Le miró fijo. Sudaba, lloraba, su piel estaba más pálida de lo normal y buscaba su apoyo.

-...Yura, no creo que tenga wifi ahí dentro...—Sonrió de lado y apretó su mano—...Soldado, tranquilo. Respira. Inhala, exhala...—Imitó al coreano.

Yuri le miró fijo y trató de seguirle el paso, logrando calmarse lo suficiente como para que las enfermeras terminaran de preparar todo sin improvistos.

-...Bien ¿Cómo va ese papá en labor? —Preguntó la doctora, entrando ya lista para atenderlo.

-...Agonizando...—Escupió el rubio, cerrando sus ojos. La mujer rió.

-...Muy bien, veamos si ya está bien dilatado...—Se inclinó frente a sus piernas e introdujo un dedo en su interior—...Todavía falta un poco, así que hay que esperar...—Dijo y se acercó a ambos—...¿Ya tiene ganas de pujar srto. Nikiforov? —Preguntó con una sonrisa.

-...Tengo ganas de matar a Beka...—Apretó sus ojos y su mandíbula—...¿Puedo?

-...¿Quiere dejar a su bebé sin padre? —Enarcó una ceja—...Cuando salgamos de aquí ya podrá golpearlo todo lo que quiera ¿Ok? Primero esperemos al bebé...—Palmeó su cabeza y se acercó a una de las enfermeras.

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-...Todo está muy silencioso...—Decía Seung, cruzado de brazos mientras observaba la sala en la que habían internado al menor.

-...Bueno, aún faltaba poco para que empezara a dar a luz...—Dijo Yuuri, acariciando el cabello del nervioso peli-plata en sus regazo—...Ya verás que cuando empiece se oirá por todo el hospital...—Sonrió.

-...¡Ahhhhh! —Exclamó el pelinegro corriendo hacia donde se encontraban ellos—...¡¿Ya nació mi sobrino?! —Preguntó sonrojado, mirando a todos lados.

-...Aún no...—Negó Yuuri, recibiendo un bolso del tailandés—...Gracias Pichit-Kun.

-...Hombre y pensar que dejarían algo tan importante...—Negó, reprochándole—...Menos mal que tengo copia de llave.

-...Yo también hubiese ido si me hubieran dicho...—Chris se cruzó de brazos, indignado.

-...Estoy tan emocionada...—Mila daba brinquitos en su lugar, aplaudía y sonreía muy grande—...Espero que herede lo bonito de los Nikiforov.

-...Pues obvio...—Viktor rodó los ojos—...Nuestros genes hermosos aplastan a todos los demás.

-...Ey, Otabear también es atractivo...—Mila pucheó.

-...¿Quieren dejar de- ?

-...¡ME CAGO EN TU PUTA MADRE BEKAAAAA! —Resonó por todo el piso.

-...Bueno, parece que ya llegó el momento...—Seung tenía una gota de sudor en su frente. Los demás apenas y asintieron.

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-...Muy bien, todo va muy bien...—Decía la doctora, revisando nuevamente su canal.

-...Kakdkakdiaodbagdkakdkakdkkakskdhaka...—Balbuceaba el rubio, doblándose por el dolor. Jadeaba y gritaba por el esfuerzo que estaba haciendo.

Otabek sabría que luego tendrían que enyesarle la mano.

-...Muy bien, puja...¡Puja muchacho! —Le dijo. Yuri gritó mientras lo hacía, pujó con todas sus fuerzas, temiendo cagar a la doctora—...Bien  lo haces bien. Ahora de nuevo ¡Puja!

Otabek cerró fuertemente sus ojos. Los lamentos, gritos y crujidos que escuchaba a su alrededor lo estaban poniendo muy mal.

-...¡AHHHHHHH! —Exclamó el rubio pujando con toda la fuerza que le quedaba y entonces silencio.

El kazajo lentamente abrió sus ojos y miró a su agotada pareja, antes de que el atronador llanto le llenara la mirada de lágrimas.

-...Felicidades...—Sonrió la doctora mientras sostenía al lloroso bebé entre sus manos—...Es un niño.

Otabek se alejó del agarre de Yuri quien también estaba llorando, no sabía si de dolor o felicidad, y se acercó al bebé cubierto de sangre.

Sangre...

¡Plaf!

El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞Where stories live. Discover now