🍞Día 27: Nuevas comidas🍞

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-...No. Este no me agrada...—Hizo una mueca al ver el sabor que indicaba el frasco.

-...Yura.

-...Este tampoco...—Casi vomitó por el sabor de otro frasco—...Iugh.

-...Yura.

-...Uy, este sí...—Sonrió y tomó dos de los frascos, colocándolo en el carrito que el kazajo empujaba. Sus padres habían ido a otro pasillo para hacer un par de compras extras para la casa.

-...Yura.

-...¿Qué? —Frunció el ceño. Ya llevaba varios minutos mencionando su nombre. Lo iba a gastar.

-...Te das cuenta de que esto es para Aleksey y no para ti ¿Verdad?

-...Ajá ¿Y?

-...Pues estás escogiendo como si fueras tú el que lo va a comer...—Parpadeó lentamente mientras una gota de sudor bajaba por su frente.

-...¿Crees que no conozco los gustos de mi hijo? —Entrecerró su mirada—...Obviamente va a gustarle lo que le llevaré.

-...Recuerdas que también salió de mi ¿No? —Enarcó una ceja y observó los frascos de gerber en aquel pasillo. La última vez que fueron a ver a la doctora que revisaba a Yuri y a Aleksey, esta les dijo que ya podían darle de comer papillas y cremas de sabor, por lo que el rubio se estaba debatiendo demasiado sobre qué llevar—...¿Y si él tiene mis gustos?

-...¿Tienes de esos? —Sus cejas se elevaron, genuinamente sorprendido.

Su novio era tan serio que no esperó que le gustase algo más que el patinaje, ser Dj, él y su hijo.

Otabek le miró tan fijo que le hizo sudar frío y el trasero se le apretó. Después de varios minutos así, Otabek desvió su mirada a los gerber y tomó tres: de durazno, manzana y pera.

-...Ya veremos cuales les gustarán al nene...—Dijo y empujó el carrito para ir por algunas cremas y papillas.

-...¡Oh! Llevemos Nestum, era mi favorita...—Sonrió y tomó la caja, sonriendo.

-...Yura, lo estás haciendo de nuevo...—Suspiró pesado—...Además, el Cerevita es mejor...—Tomó la caja amarilla y la arrojó al carrito.

-...¡Ja! Ya veremos cuando Aleksey escupa tu cosa esa...—Elevó su mentón, orgulloso, y también arrojó la caja azul al carrito.

Y mientras ellos discutían por cual maizena era mejor, los Nikiforov dejaban que el pequeño escogiera lo que quisiera comprar en el pasillo de golosinas. Obviamente no se las darían a comer todas, pero unas cuantas galletas sumergidas en fórmula, sí. Pero solo unas cuantas.

-...¿Deberíamos ir con tus papás, Alek? —Le preguntó Viktor al bebé, quien le volteó a ver, agitó sus manos, balbuceó y tomó una bolsa de suaves malvadiscos, abrazándola—...Sí, tienes razón. Es mejor dejarlos solos...—Asintió.

-...Vitya ¿De nuevo le dices cosas al niño? —Regañó y negó varias veces—...Tú no lo entiendes y él no a ti. Lo sabes ¿No?

-...No digas eso, mi amor...—Pucheó y le miró o bueno, miró lo resaltado que se le veía el trasero a su esposo e hizo una mueca—...Alek y yo nos entendemos a la perfección...—Se quitó su chaqueta y se acercó a amarrársela alrededor de la cintura para que nadie lo viera.

El japonés rió y negó varias veces. Su esposo realmente era un caso perdido.

Después de varios minutos en los que la joven pareja seguía discutiendo sobre los gustos del pequeño, pudieron pagar y regresar a su hogar. Aleksey estaba encantado con la bolsa de malvadiscos, ya que el empaque era en forma de osito de color ligeramente celeste.

Yurio inmediatamente buscó entre todas las bolsas los gerber que le había comprado. Estaba dispuesto a demostrarle a su pareja que los gustos de su hijo eran como los suyos.

-...Bienvenidos...—Saludó Seung, asomándose desde la cocina—...Vaya, sí que compraron cosas...—Sus cejas se alzaron, sorprendido.

-...Bueno, hay que cubrir todo ahora que Alek-Chan está con nosotros...—Sonrió el pelinegro—...De verdad lamento que te hayamos dejado aquí, Seung.

-...No es problema...—Negó varias veces—...De todos modos no me sentía muy bien...—Palmeó su hombro, confortándolo.

-...Es mucha vitamina J...—Dijo el rubio, haciendo que el mayor le fulminara con la mirada—...Eh, eh, yo no he dicho nombres. Solo he mencionado una letra...—Sonrió de lado al verlo apretar sus puños y sonrojarse—...Beka, trae a Aleksey que le daremos de comer~ —Canturreó y caminó con el frasco en manos.

-...No le va a gustar, Yura...—Otabek hizo una mueca mientras colocaba al pequeño en su silla especial, sin dejar de sostener la bolsa de malvadiscos.

Cuando el rubio abrió el frasco, inmediatamente aspiró el aroma a uva del gelatinoso contenido. Le recordó a su infancia. Tomó la cucharilla del pequeño y le acercó un poco del contenido al bebé. Este, al verlo, abrió su boquita y recibió aquello, sin embargo, sus ojos se entrecerraron e hizo una clara mueca de disgusto que sorprendió al rubio e hizo sonreír al kazajo.

-...No puede ser.

-...Te dije que no le iba a gustar...—Se mofó el pelinegro.

-...Joder, pero si está buenísimo...—Dijo, llevándose un dedo huntado de aquello a la boca.

-...Iugh soldado...—Hizo una mueca y se acercó con el de durazno. Imitó al rubio y pasó exactamente lo mismo—...No jodas.

-...¿Qué decías Beka? —Rió divertido. Sus mejillas se sonrojaron y desvió su mirada—...Oh vamos, admite que perdiste.

-...Primero tú.

-...No digas mamadas, Otabek Jane...—Rodó los ojos.

-...Basta ustedes dos...—Seung los separó antes de que pasara a ser un desastre de gerber por todos lados—...Dejen que se encargue el maestro...—Sonrió con autosuficiencia y sacó un gerber de tutti frutti que no sabían de dónde lo había sacado, ya que ninguno de ellos lo compró—...Ahí viene el choo-choo~ —Dijo el voz de bebé, haciendo que Aleksey recibiera la cuchara y comiera feliz.

La mandíbula de los jóvenes casi tocó el suelo ¿Qué clase de brujería era esa?

-...El tutti frutti siempre funciona...—Murmuró Viktor, abrazando a su pareja por la espalda—...Que raro, estoy seguro que no compraron en ese sabor.

Yuuri tan solo rió y dejó un beso en la mejilla de su despistada pareja.

Por lo menos el pequeño Alek-Chan estaba disfrutando de su nueva comidita.

El Pan Del Tigre #AgostodeM-Preg2022 [Otayuri] 🍞Terminado🍞Where stories live. Discover now