pulga

1.2K 99 5
                                    

Que harás este fin de semana, idiota. – miraba a ichigo de forma amenazante, aunque había algo más en sus ojos, algo que ichigo no se molestó en descifrar.

Ichigo: nada en especial, además podrías dejar de llamarme idiota, sui-feng. – miraba hacia abajo, superaba por poco a rukia, pero igual era pequeña para él.

Sui-feng: no me darás ordenes, fresa amarga. – se burlaba de él mientras mostraba autoridad.

Amiga de la infancia de ichigo, la conoció después de protegerla de unos niños por las constantes burlas hacia ella y su nombre, además de su apariencia de chico, fue entonces que ichigo se metió en medio recibiendo una paliza de parte de todos los niños burlescos, lloro en el suelo ya que era un pequeño niño que acababa de ser golpeado, sui-feng también lloro por los insultos y ver como golpearon a alguien que no tenia nada que ver en ese asunto. Desde aquel día se volvieron amigos y rivales, los dos ingresaron en artes marciales, al principio fue una rivalidad amistosa y agradable, pero poco a poco el orgullo de su amiga crecía junto a sus victorias, ichigo no se quedaba atrás en ello, mas su orgullo no creció.

Sui-feng: dime, imbécil, ¿tus habilidades siguen en pie? – su miraba cambio a un entusiasmo, pero aun reflejaba aquella amenaza.

Ichigo: basta sui-feng, sabes que ya no lo práctico. – era cierto se limitó a lo básico y solo conservarlo, pero no perfeccionarlo como en el pasado.

Sui-feng: tsk, patético. – a pesar de estar furiosa también estaba decepcionada.

Ichigo era de los pocos, en aquellos días, que lograba darle pelea a ella e incluso ganarle, pero de un día para otro decidió retirarse, bajo la excusa del aburrimiento que ya le provocaba hacer esto, pues él había entrado por su amiga, no por las competencias. Ese hecho provoco la ira de sui-feng, lo veía como un talento desperdiciado, lo reto a pelear y termino por perder, eso la enfureció más, perdió contra su rival y en su ultimo duelo. Corto toda comunicación con el durante un largo tiempo, no quería verlo en ningún lugar, ni siquiera en sus sueños, muy profundo de ella estaba triste, su amigo se fue y ya no quedaba alguien más con quien hablar y compartir momentos en el yodo, pues no se llevaba bien con los demás.

Ichigo: bien, que es lo que pasa. – miro directo a los ojos de su amiga.

Sui-feng: que rayos te pasa a ti. – ocultaba detrás de su ruda cortina lo que tenía.

Ichigo: no e sabido nada de ti en un largo tiempo, pero ahora apareces como si nada y por lo que veo no has cambiado mucho, se que ocultas algo. – se acerco a ella, no tenía alguna intención malévola, en su tiempo eran así de cercanos.

Sui-feng: no tengo nada, ahora quítate o no respondo. – lo empujo lejos.

Ichigo: ¿crees que soy idiota? Se cuando algo te pasa, nos conocemos desde pequeños, eras mi amiga. – escucho solo la ultima palabra, le dolió oírlo.

Sui-feng: ¿éramos? – lo dudo un momento. – sí, éramos, ya no, ahora quítate no tengo nada que resolver con un desconocido. – se alejo de ichigo a paso apresurado.

Paso tras paso se arrepentía internamente, su orgullo jugo en su contra, de nuevo, por fin consiguió verlo de nuevo, su amigo, y lo primero que hizo fue molestarlo y retarlo a una pelea cuando lo único que quería era sentarse y hablar con él.

Ichigo: te espero en el café, este sábado. – alzo la voz un poco para ser escuchado.

Sui-feng: pu....pudrete.

Ichigo: ¿no iras?

Sui-feng: no tengo nada que hacer más que perder el tiempo con gente imbécil como tú. – trataba de sonar molesta, pero ichigo notaba aquel tono contento que tenía.

Sui-feng se fue alegre, pero recordó algo importante, no tenia el numero de ichigo y ningún modo de contactarlo, además de no saber a qué cafetería tenía que ir. Regreso con él, avergonzada, preguntando su número y que lugar.

Ichigo: supongo que eso ya no nos hace desconocidos ¿no? – daba una pequeña sonrisa por la situación que tenía frente a él.

Sui-feng: so..solo dame el..número. – estaba roja de la vergüenza mientras sacaba su teléfono de manera torpe. – y...no

Ichigo: ¿dijiste algo?

Sui-feng: ¡dam..el numero! – moriría, estaba segura que moriría de la vergüenza.

Termino por dar su numero e irse hacia su hogar, llego rápido pues aún sentía su cara caliente, pero logro su objetivo, era su oportunidad para hacer las paces con ichigo, disculparse con él y tal vez volver a ser tan cercanos como fueron, incluso más. Se hundió en la almohada de su cama al pensar eso último.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Creo que esto lo pondré en dos partes así es jajajja.

todas a por ichigoWhere stories live. Discover now