Capítulo 1

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Wichita, Kansas.

Tras 3 horas por fin habían acabado las malditas pruebas de animadoras a las que me había obligado a ir Stephanie, mi mejor amiga. Ya estabamos en el coche.

- No me puedo creer que no me hayan cogido -dijo Stephanie.

- Estarás de coña, ¿no? -dije.

- ¿Por qué? Si lo hice perfecto.

- ¿Perfecto? Le diste con el bastón en la cara al entrenador, y luego al hacer la voltereta lateral casi te llevas a medio equipo por delante.

- Fue un accidente.

- Un daño colateral, ¿no? -esperé a que se riése, pero no lo hizo- ¿Tanto te cuesta reírte de mis chistes malos? -ella asintió. Me recosté en el asiento del coche.

- ¿Nos vamos de fiesta? -me dijo la rubia.

- No puedo, tengo que trabajar -le dije.

- ¿Tú? ¿Trabajar? ¿Dónde?

- En el Cryter.

- ¡El Cryter!

- ¿Lo conoces?

- Pues claro que sí, es el club de moda. Ahí va todo el mundo, y sobre todo y más importante: van un montón de chicos guapos.

- ¿Hay algo que te preocupe a parte de los chicos buenos?

- Eh... no.

Stephanie giró a la izquierda en vez de seguir todo recto.

- ¿A dónde vas? Tu casa está en la otra dirección -le dije.

- Al Cryter, voy a aprovechar tu enchufe y voy a entrar.

- ¿Vas a ser así de aprovechada? -hice una pausa- Que pregunta, claro que lo vas a ser.

En poco tiempo llegamos al club. Como siempre, en la puerta estaba Pedro, el portero vulgarmente denominado "el gorila"

Bajamos del coche, pasamos por delante de la inmensa cola que había para entrar al club, Pedro me miró con una sonrisa.

- ¿Qué tal andas, ____? -me preguntó.

- Bah, no me quejo -le respondí.

Pedro miró de arriba a abajo a Stephanie.

- ¿Amiga tuya? -yo asentí- Bien, podéis pasar.

Pedro nos dejó pasar mientras que la gente que había en la cola se quejaba. Como todos los días, el club estaba a reventar de gente. Las únicas luces encendidas eran las de la barra, las de la mesa de mezclas y las luces oscuras de la pista de baile. Atravesamos a la gente llegamos hasta la barra. Lucas, el camarero, me miró y esbozó una sonrisa.

- Por fin has llegado -me dijo desesperado- Estamos a reventar.

- ¿No lo estamos siempre? -él asintió- Siempe me dices lo mismo.

- Deja de quejarte y ven a ayudarme -me reí por lo bajo- ¡Y no te rías! -yo asentí aunque no le hice caso.

Pasé para el otro lado de la barra y obseré a Stephanie que aún seguía flipando.

- ¿Qué te parece, Steph?

- ¡Increíble! -dió una vuelta completa sobre sí misma- ¿Qué haces para divertirte meintras estás trabajando?
- Básicamente me paso la noche hablando con Lucas.

- ¿¡Estás en uno de los mejores clubs por no decir el mejor de toda la maldita ciudad y te la pasas hablando con ese tío!?

- ¡Oye! ¡Qué sigo aquí!, ¿sabes? -gritó Lucas para que le pudiesemos oir.

- Sí, porque es mi trabajo, y para mi desgracia, no tengo unos padres que me pueda ayudar económicamente -dije.

- Por favor, ¡tienes 20 años! ¡Necesitas un novio!

- Dilo más alto, creo que todavía no se han enterado en la Antártida -le susurré- Además, no puedo salir de la barra, Lucas me necesita.

- ¿Yo? Que va, vete a conocer un par de chicos, te vendrá bien.

- ¿No decías que esto estaba a reventar?

Sí, pero parece que se ha tranquilizado la cosa.

- Bien, dado que Lucas nos da su bendición, nos vamos a la pista de baile -Stephanie me agarró el brazo.

Me giré hacia Lucas y murmuré: "Me las pagaras" Debió de ler mis labios, pues estaba sonriendo, me dijo adiós con la mano y se empezó a reír. Maldito, me pienso vengar.

Stephanie me arrastró hasta la pista de baile y se enganchó al baile rápidamente. Yo intenté seguirle el ritmo, pero era imposible. Transcurrido el primer minuto de baile, comencé a pensar que Steph no tenía huesos, era demasiado elástica.

Al final de baile, lo confirmé: Stephanie era el centro de atención enla pista de baile. Por mi parte, yo estaba a su lado como un florero observando sus movimientos.

- ¿Qué tal andas? -me preguntó.

- Bien. Voy a por algo de beber, ¿tú quieres algo?

- No, estoy bien.

Al momento en el que me alejé de ella, un gran número de chicos la rodearon. Panda de buitres. Me senté en una de las sillas de la barra y llamé la atención de Lucas.

- ¿Ya te has cansado de bailar? -me preguntó chistoso.

- Vete a la mierda -le dije con una sonrisa fingida- Ponme una cerveza.

- Ando un poco ocupado, mejor sírvetela tú misma -después de decirme eso, se fue. Hijo de puta traidor, sin duda alguna le pienso matar.

Crucé al otro lado de la barra y me cogí una cerveza, cuando ibaa salir, una voz masculina me llamó.

- Camarera -dejé la cerveza encima de la barra y miré al propietario de esa voz. Era un rubio de ojos verdes bastante atractivo con una chqueta de cuero- ¿Me podrías poner una cerveza, guapa? -me guiñó un ojo.

- Claro -dije sin emocionarme mucho por ese guiño. Yo ya conocía a estos chicos, primero ligan contigo, luego te llevan a la habitación de un motel de mala muerte para poder desfogarse y a la mañana siguiente ya no están. No habló por experencia, pero se veía a kilómetros que ese era uno de ellos. Y yo no pienso ser la chica a la que se consigue ligar.


Holaaaa. Muchas gracias a todas las personas que vayáis a leer esta historia. Soy un chico y soy hetero (para que no haya confusiones) pero me apatecía probar a hacer una novela así sobre "Dean y tú" Pero como acabo de decir, soy un chico y hetero, así que no sé como se me dará esta clase de historias, aún así intentaré hacerlo lo mejor posible. Dad fav y comentad please!!!.

Are you my light or my dark (Dean Winchester)Where stories live. Discover now