- Trixie, cuánto tiempo -dijo Cass.
- Hombre, por fin un nombre medianamente normal -dije. Sam y Cass me miraron- ¿Qué? ¿No es el momento? -ellos negaron con la cabeza.
- Castiel, ¿has tenido algo que ver en esto? -preguntó Trixie.
- De ninguna manera -respondió- Le estamos intentando seguir la pista para capturarle.
- Bien, buen trabajo, Castiel -dijo ella- No te preocupes, nosotros nos encargaremos a partir de aqui -a su lado aparecieron dos ángeles.
- ¿Le vais a volver a capturar en esa jaula?
- No, hemos aprendido de nuestros errores, mantenerlo con vida sería un gran error, por eso procederemos a su eliminación.
- Oh, bien -dije- ¿Cómo lo vais a sacar del cuerpo de Dean?
- ¿Sacarlo? ¿Quién ha hablado de sacarlo de su recipiente? El cuerpo caerá junto con Cahol.
- ¡No podéis hacer eso! -paré el avancé de Sam hacia los ángeles- ¡Es mi hermano!
- Yo he perdido miles de hermanos por culpa de ese demonio, la sangre de tu hermano será la última que correrá por su culpa.
- Ni de coña -dije- No vamos a dejar que matéis a Dean. Podemos encontrar otras soluciones.
- Es probable -dijo Trixie- Pero los jefes no quieren otras alternativas, quieren a Cahol muerto en la mayor brevedad posible, y eso es lo que tendrán -los ángeles sacaron sus espadas- Si os interponeis, no dudaremos.
Sam y yo sacamos las pistolas.
- Venid aqui, capullos, os esperamos -dije.
- ¿Pistolas? Por favor, no me hagáis reir.
Cass se puso en medio de nosotros.
- No hay tiempo para esto. Cahol ya está en movimiento. Sam, Claire, iros, yo me encargo de ellos -Cass sacó una espada de ángel.
- Cass, ¿te has vuelto loco? -preguntó Sam.
- No vamos a dejarte solo contra éstos.
- No os estaba pidiendo permiso -se giró- Cahol irá a por Loip, tened cuidado.
Parpadeamos y aparecimos en plena ciudad.
- ¿Cass? -susurré.
- Él lo ha querido, solo podemos confiar en que ganará.
- Vale, ahora a por Cahol.
Nos giramos, era un bloque de apartamentos.
- ¿Cómo sabremos en cuál está Loip?
Un escalofrío me recorrió el cuerpo. El frío invadió mi cuerpo.
- ¿Qué es esta sensación? -murmuré casi para mí misma.
- Claire, ¿te encuentras bien?
Caminé hacia el edificio, cuanto más avanzaba, más frío tenía. Sam no preguntó y me siguió. Subí las escaleras, de repente el frío se volvió una sensación rara de setimientos negativos. Me paré en frente de la puerta de una casa.
- Es aquí -afirmé.
- ¿Segura? -yo asentí- Está bien, ¿lista?
- Sam, creo que los ángele tienen razón, además de que yo misma te lo dije: si es necesario, lo mataré.
- No te compares con ellos, por lo menos tú no lo quieres hacer, pero a ellos les da igual.
Sacamos las pistolas. Sam reventó la puerta y entramos rápidamente, Dean... quiero decir Cahol, estaba encima de una chica en la cama, pero con ropa.
