- ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir aquí? -esa parecía la voz de Sam.
- He bajado a preguntar al de recepción, dice que la gasolinera más cercana esta a 12 kilómetros, pero que cada semana le traen un cargamento de gasolina, el de esta semana le llegará mañana o pasado -esa era la voz de Dean.
- Está bien.
Me levanté de la cama de Sam. Los dos me miraron.
- Buenos días -les dije. Ellos me respondieron con la mano- Bueno, me voy a ir a dar una vuelta por el motel.
- Ten cuidado -me dijo Dean.
- Sí, papá -dije con una sonrisa.
Salí de la habitación y dejé a los otros dos con sus cosas. Este motel me daba mal rollo. El suelo sonaba por cada paso que daba, las paredes pintadas en marrón daban una sensación de suciedad. Atravesé ese horrible pasillo hasta llegar al ascensor. Le di al botón de la planta baja. Me apoyé en una pared y esperé.
El ascensor emepezó a coger velocidad, me estaba empezando a resultar muy dificil mantenerme en pie. El ascensor se había vuelto, emepezó a marcar el -50 y bajando. El ascensor cogió todavía más velocidad y acabé perdiendo el equilibrio con el consiguiente golpe contra el suelo. Conseguí levantar la cabeza, el ascensor marcaba el -364 y todavía seguíamos bajando.
Intenté levantarme, pero era imposible, el ascensor caía a demasiada velocidad. Estoy muerta.
-785 marcaba ahora. La velocidad no aminoraba. Tomé aire, me agarré a una barra del ascensor e intenté levantarme. Poco a poco me conseguía separar del suelo. La parte que marcaba el piso en el que estabamos se puso totalmente negra, hasta que en letras negras ponía: "Estás muerto"
La barra a la que me sostenía se rompió y me di un fuerte golpe en la cabeza haciendo que me quedase inconsciente.
Me levanté del suelo y miré a todas partes, el ascensor estaba quieto y con las puertas abiertas. Estaba en recepción. Emepecé a resirar. Este hotel tiene que estar maldito o algo, porque esto no es normal.
Salí del ascensor. Miré el sitio con detenimiento y vi unas escaleras. Mi curiosidad me hizo ir hacia ellas. Al final de las escaleras había una puerta de metal en la que ponía: "sótano"
- A lo mejor encuentro algo interesante -susurré.
Bajé las escaleras y agarré la manilla de la puerta. Cuando iba a abrirla, una voz sonó a mis espaldas.
- No deberías entrar así -era el recepcionista- Es solo para personal autorizado. Creeme, no hay nada interesante ahí, solo un montón de polvo y objetos estropeados.
- Claro, perdón, esque tenía curiosidad -dije con una sonrisa fingida- Ya me voy.
Volví a subir las escaleras. Cuando pasé por su lado me echó una mirada siniestra. Fingí que no había visto nada y subí por las escaleras, no pienso volver a entrar en ese ascensor. Nunca.
En el pasillo de mi habitación me encontré con Sam.
- Hola, Claire.
- Oye, Sam, ¿no te parece qué el tío de recepción es un poco rarito?
- Normal -me dijo- Ímaginate pasarte media vida en este motel en medio de ninguna parte. No le des muchas vueltas al asunto, relajate ahora, porque en esta nueva vida que te espera no vas a tener muchos de estos momentos.
- Está bien. Voy a ir a ducharme. Nos vemos -nos despedimos y yo me metí en mi habitación.
Comencé a llenar la bañera. Dejé caer mi ropa en el suelo y me metí dentro. Eché la cabeza hacia atrás, cerré los ojos y me relajé, llevo dos días...
Noté unas vibraciones en el agua, y no las había producido yo. ¿Me puede pasar algo más hoy?
Oí la risa de una niña. Hay dios, odio eso. De repente el agua se volvió roja. ¡Tienes que estar bromeando! Me levanté e intenté salir, pero unas manos emergieron del agua me agarraron de las piernas intentando tirarme. Vale, se acabó. Agarré la pistola que tenía al lado de la bañera y disparé a las mano hasta que me soltaron. Salí del baño a gran velocidad.
- Así resolvemos las cosas en mi pueblo -dije.
La puerta se abrió entraron Sam y Dean con las pistolas en las manos. Me tapé tanto la parte de arriba como la de abajo.
- ¿Estás bien, Claire? -dijo Dean antes de mirarme de arriba abajo.
- ¡Fuera de mi habitación! -grité.
- ¡Perdón! -dijo Sam totalmente rojo y saliendo de la habitación.
- Que sexy -dijo Dean.
- ¡Fuera! -le tiré una almohada a la cara y le saqué a patadas- ¡Odios este motel! -grité a pleno pulmón.
Siento que este capítulo sea tan corto, pero el próximo lo intentare hacer mas largo. Dad fav y voentad please.
