- Cass, ¿qué haces aquí? -le preguntó Dean.
- Me he enterado de que os enfrentasteis a un Juigue.
- Sí, era un recepcionista muy malo -dijo Dean- Pero gracias a Claire conseguimos salir intactos -Dean me señaló y el tal Cass me miró, aunque solo fue por unos segundos.
- Entonces, ¿estáis bien? -Dean asintió- Bien. Volveré por la mañana para ver qué tal vais.
- Como quieras. Siempre eres bienvenido por aqui -Dean le dió una palmadita en la espada y Cass desapareció.
- ¿Quién era? -pregunté.
- Oh, eras Castiel, aunque nosotros le llamamos Cass. Es mi ángel de la guarda.
- ¿Ángel? Me vacilas, ¿no?
- Oye, existen los demonios, ¿por qué no pueden existir también los Ángeles?
- Nunca lo había visto de esa manera.
- Será mejor que nos vayamos a dormir.
- Sí -Dean se quitó los vaqueros. Yo me puse roja- ¿¡Qué haces!?
- Poniéndome cómodo.
- Joder, no pretenderás dormir así, ¿verdad?
- No -se quitó la camisa y dejó al descubierto una camiseta negra de manga corta- Pero sí así.
- Qué bien -dije con sarcasmo- Que nochecita me espera -me tumbé en la cama.
Dean hizo lo mismo dandome la espalda. Me quedé mirando fijamente su espalda mientras pensaba en lo que casi ocurre. Me volví a poner roja.
****
Una canción de rock clásico empezó a sonar por toda la habitación. Me tapé los oídos y me levanté. Dean se estaba poniendo sus zapatos mientras hacía playbag.
- Dean -grité para que él me oyese- Apaga la música o te meto el reproductor por ciertos lugares.
Dean la apagó.
- Ya veo que desde primera hora de la mañana andas de buen humor -dijo con sarcasmo.
Yo ya estaba lista, con todo lo que había pasado ayer no me había ni descalzado.
- Voy a ir yendo a ver a Sam, tú quédate por aquí -me giré y a centímetros de mi cara estaba Cass- Mira, hazle compañia un rato -le dije al ángel. Y me fui.
Piqué a la habitación de Sam.
- Buenos días -me dijo nada más abrir la puerta- ¿Y Dean?
- Se quedó en la habitación el ángel.
- ¿Cass? -yo asentí- ¿Por qué está aqui? - Ni idea, según él porque se enteró del ataque del Juigue -me senté en su cama.
- A estas alturas Cass nos viene genial.
- Cambiando de tema: ¿qué tenemos entre manos?
- Bueno -Sam se acercó a la mesa y cogió un periódico- No estoy muy seguro, hay dos casos que me tienen desconcertado.
- ¿Por qué?
- En uno, una mujer fue cortada en pedazos con una motosierra por su ex marido, él dice que un demonio le obligó a hacerlo, podría ser verdad o simplemente un loco. Y en el otro caso, varias chicas desaparecidas. No hay cuerpos, no hay peticiones de rescate, nada.
- Por información sería mejor la del psicópata, a lo mejor realmente es un demonio, pero el de las desaparecidas también tiene su manto de misterios.
