Capítulo 4

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Tras un rato paseando, decidimos sentarnos a tomar algo en un bar que había allí cerca. Por el momento Dean se estaba portando bien.

- ¿Tienes novia? -le pregunté.

- ¿Estás ligado conmigo? -dijo con una sonrisa traviesa.

- Eso mismo me preguntaste tú ayer -pus los brazos encima de la mesa e intenté imitar su voz- Dime, ¿tienes novio? -también intenté imitar su sonrisa de ligón, pero me resultó casi imposible- ¿Te suena de algo?

Dean amplió su sonrisa.

- A lo mejor sí que te lo pregunté.

- ¿Y tu familia?

- Mi madre murió en un incendio cuando yo era pequeño, mi padre está quién sabe dónde y mi hermano Sam debe de estar en el motel -Dean le pgó un trago a su cerveza.

- Vaya, lo siento.

- No pasa nada, no fue culpa tuya. ¿Y tú qué? ¿Qué tal tu familia?

- Mi pasado es casi tan negro como el tuyo -le pegué un sorbo a mi café- Cuando yo tenía 5 años un hombre entró en mi casa y mató a mis padres, aunque nunca encontraron los cadáveres.

- Vaya, lo siento -dijo Dean imitando mis palabras.

- Tú tampoco tuviste la culpa, lo peor vino depués, el estado no tubo mejor idea que dejarme con mi tía la alcóholica. Adivina quién se tenía que hacer la cena -me señale con los pulgares.

- Por lo menos tú tuviste un lugar estable, por culpa del trabajo de mi padre nos teníamos que mover mucho, hacer amigos era bastante difícil.

- Era mucho más fácil ligarte a las chicas y mantenere debajo de esa fachada de chico duro, ¿verdad?

- Yo soy un chico duro -me reprochó entre risas.

- No, esa es la impresión que pretendes dar.

- ¿Entonces qué crees que soy? ¿Un bonito tigre de peluche?

- No, yo te veo más bien como un panda.

- Un panda -repitió él- Pues que bien.

- No te quejes, los pandas son muy monos.

- Yo soy adorable -dijo.

- Lo que tú digas, Winchester -dije ríendome.

- Sé que te gusto.

- Sí, sí, me vuelves loca, por favor cásate conmigo -dije con comedia- ¿Es legal casarse con pandas? Debería mirarlo.

Dean le pegó otro trago a la cerveza, no pude evitar mirar su cuello palpitar y moverse mientras la cerveza cruzaba hasta su estómago. Respira, Claire, respira. A lo lejos vi a un chico bastante alto acercarse a nosotros.

- Dean, te he estado buscando -dijo él.

- Sam -Dean me miró- Es verdad, Sam, esta es Claire, la conocí en aquel club al que fui ayer.

Nos saludamos con la mano y siguieron su conversación.

- Tenemos que irnos.

- ¿Ahora? -preguntó Dean desilusionado.

- Sí, él está aquí -Dean pareció tensarse.

- Bueno, nos tenemos que ir, Claire, ha sido un placer. ¿Puedo llamarte otro día?

- Claro, cuando quieras -dije con una sonrisa- Adiós -y ambos se fueron.

****

Abrí la puerta de mi apartamento. Todo estaba revuelto, como si hubiesen estado buscando algo. Un tió salió de mi habitación. Esa cara... me reultaba familiar pero no sé de qué.

- Por fin has llegado -dijo sonriente- Bonita casa -Intenté correr fuera de casa, pero el tío fue más rápido y me puso contra la pared- No sé que eres, pero tienes algo especial, y eso me gusta -tú serás un gran recipiente.

- ¿De qué hablas? -él me ignoró por completo.

- ¿Qué eres? -me preguntó.

Entonces todo me vino a la mente "¿Qué eres?"

- Eres el atracador -murmuré.

- Ya veo que te acuerdas de mí -sus ojos se vovieron amarillos, igual que la noche anterior- No ha sido muy dificil localizarte. Y por cierto, no soy un atracador.

- ¿Qué quieres de mí? -me revolví para ver si me conseguía escapar, pero no- ¿Por qué yo?

- Eso es lo que quiero averiguar.

- Oye, si te vas, no habrá problemas -le advertí.

- Mucho me temo que no estás en posición de amenzarme.

- Pero yo sí -dijo una voz masculina. Eran Dean y Sam, y llevaban pistolas- Suéltala, ¡ahora! -le gritó. Él le obedeció y me dejó en el suelo, corrí hasta Dean, él me rodeó con su brazo libre y me apretó contra él- ¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño? -yo negué- Bien.

- Los Winchester -dijo- Siempre de por medio, ¿eh? -todavía mantenía la sonrisa.

- ¿Te acuerdas de esto? -Dean levantó un poco más su arma- El colt, capaz de matar cualquier cosa.

- Bonita arma -cuando Dean iba a disparar, las luces que había a nuestras espaldas se rompieron. Sam y yo nos dimos la vuelta, pero Dean no, él disparó, creo que las luces le desconcentraron, porque le dió en el brazo- ¡Me has hecho daño! -se agarró la herida de bala- Me las pagarás, Winchester -y el tío desapareció como por arte de magia.
- Bien, creo que me debéis un par de explicaciones -les dije.

- Siéntate, anda -me dijo Sam.

Este capítulo va dedicado a Rene y ha todo el grupo de sobrenatural que me ha apoyado siempre!!!!

Are you my light or my dark (Dean Winchester)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz