Babeando

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A las ocho en punto estaba esperando a Eddie sentada en el portal de mi casa.

Cinco minutos después él apareció por la calle y se paró delante de mi casa, bajó la ventanilla y me dedicó una sonrisita.

Me acerqué a la camioneta, rodeándola y subiéndome a su lado.

- Buenos días, Maddy, ¿lista para aprender a ser una mecánica? -me dijo él con su sonrisa.

- Buenos días, Munson, solo espero que no te cargues más el coche. -le dije de forma burlona.

Él arrancó y yo me fijé en su perfil, tenía los ojitos con algo de ojeras, como si no hubiese dormido mucho o simplemente no le gustase levantarse temprano, el pelo lo llevaba algo revuelto y la sonrisa le hacía unos pequeños hoyuelos en las mejilas.

Joder.

Ya basta.

¿Qué hacía pensando esas cosas?

Estuvimos sin decir mucho más durante todo el camino, con su música sonando de fondo.

Y al llegar mi coche seguía allí.

Yo solté un gran suspiro de alivio.

- Te dije que seguiría aquí sano y salvo. -dijo Eddie bajando de la camioneta.

Yo bajé con él y me acerqué a mi coche.

- ¿Sabrás arreglarlo? -le pregunté y justo vi como se acercaba a mi con una bolsa de deporte llena de herramientas.

- Cuando era niño, los demás jugaban a la pelota o esas cosas, yo me la pasaba con mi padre, y él me enseñaba esto, puedo robarte el coche sin necesidad de las llaves. -me guiñó un ojo y yo entreabrí la boca al escucharlo.

- Que rarito eres. -me reí mirando como sacaba cosas de la bolsa y abría el capó.

- Me lo dice la chica que ha aparecido en Hawkins de repente. -contestó él y yo sonreí.

Me senté en una roca que había justo al lado del coche y contemplé como Eddie inspeccionaba el coche.

Empezó a toquetear cosas y cables que yo no sabía ni que estaban ahí.

Hacía mucha calor y aunque estuviéramos en la sombra, Eddie estaba sudando.

De repente se paró dejando las herramientas y se sacó la camiseta, dejándome con la vista de su pecho desnudo y algo sudado.

La puta madre que me parió.

Que me trague la tierra.

Esa imagen era el puto cielo.

Siguió con su trabajo como si nada mientras a mi se me caía la baba.

Sus músculos se flexionaban con cada movimiento y la línea de pelo negro que desaparecía en sus pantalones estaba algo mojada por el sudor.

Quería ver a donde llegaba esa línea.

Quería que me pusiera a mi contra ese capó.

¿No podía ser yo ese coche?

- Si vas a estar mirándome así, te aconsejo que cierres un poquito la boca, Maddy. -dijo de repente y yo casi me atraganto con mi propia saliva.

- ¿Qué? Yo no.. yo no te estaba mirando. -me levanté para recomponerme.

- ¿No quieres que te ponga contra el capó? -preguntó y mi cuerpo se quedó quieto.

- ¿Qué? -volví a repetir.

- Estabas pensando en voz alta. -dijo y soltó una risa a lo que yo me ponía roja.

Respiré un par de veces para serenarme y me acerqué a él, cambiando completamente de tema.

- ¿Lo has arreglado? -pregunté y mi hombro chocó con su brazo.

Él me miró y sonrió.

- Pruébalo. -dijo sin más y yo me metí en el coche.

Me temblaba el maldito cuerpo.

¿Qué coño me pasaba?

Encendí el coche y este arrancó como si nada.

Lo volví a parar y salí de él de nuevo.

- ¡Joder, gracias Eddie, te debo una muy grande! -le dije y sin pensarlo mucho, le abracé.

Le cogí del cuello y tiré de él hacia abajo, haciendo que el tuviera que cogerme de la cintura para no perder el equilibrio.

- Ven conmigo esta noche. -dijo soltándose del abrazo.

- ¿Contigo? ¿dónde? -pregunté algo sorprendida.

- Bueno, los chicos también vienen, o más bien solo Robin y Steve, hoy toco con mi banda. -lo dijo algo tímido y yo sonreí.

- Ahí estaré, tengo que ver si eres tan bueno como dices. -le dije, seguíamos estando a pocos centímetros.

- ¿Te acuerdas que hace un momento estabas babeando mirándome? cuando me veas encima del escenario, tocando, vas a desear ser mi guitarra, Maddy. -casi gruñó al decirlo y a mi me temblaron las piernas.

Se acercó más a mi con una sonrisa y sus labios dejaron un pequeño beso en la comisura de los míos.

Yo abrí mucho los ojos.

Se alejó de mi y volví a respirar.

- Entonces nos vemos esta noche, Maddy. -dijo y se fue hacia su camioneta, dejándome a mi ahí quieta, procesándolo todo.

- ¡Te la voy a devolver Munson! -grité cuando él entró en su camioneta.

Yo entré en mi coche y lo arranqué, saliendo de ahí lo más rápido que pude.

Maldito Eddie.

Su camioneta ya había desaparecido de ahí y a mi me faltaba poco para salir del bosque cuando algo me llamó la atención a mi derecha.

Frené casi de golpe y me bajé, acercándome a esa cosa.

Había un maldito reloj en un árbol.

- Max tenía razón.. -susurré para mí misma.

De repente el reloj sonó y de él empezaron a salir montones de arañas.

Yo solté un grito y salí corriendo en dirección opuesta, hacia mi coche.

Entré y arranqué, alejándome a toda prisa de esa cosa.

¿Qué era eso?

Joder.

Intenté no darle importancia, pero lo que yo no sabía era que iba a destrozarnos a todos, que nos iba a hacer más daño del que alguna vez nos hicieron.

A mí.

Y a los que quería.

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BUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE HOOOOOLI

Lovely - Eddie Munson +18Where stories live. Discover now