Mi equipo

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Y ahí estábamos, de noche, en la orilla del lago.

Nadie era capaz de decir ni una sola palabra.

El lago estaba iluminado de un tono rojo justo donde estaba el portal.

- ¿Todos tenéis claro el plan? -Steve fue el primero en romper el silencio.

- Entramos, nos lo cargamos y volvemos. -dijo Robin.

- Nosotros despistamos a los murciélagos y nos escondemos en la caravana de Eddie. -dijo Dustin.

- ¿Madds? -preguntó Steve y todos me miraron.

- Entramos, lo matamos y volvemos todos. -aseguré y él asintió.

- Vamos a matar a ese maldito cabrón. -dijo Eddie y nos metimos todos en la barca.

Los chicos junto a Steve y Robin fueron los primeros en entrar.

- Me debes una cita, Maddy, así que por favor, no te separes de mi en ningún momento. -dijo Eddie justo antes de saltar.

- No vas a perderme de vista tan fácil, Munson, y espero que te curres mucho esa cita. -le sonreí y me tiré al agua.

Nadé hasta el portal y entré en él, cayendo al otro lado, donde estaban los demás.

Mike me ayudó a levantarme y un segundo después salió Eddie.

- Tened mucho cuidado, por favor. -les dije a los chicos.

Max me abrazó.

- Si vuelves a verlo, dile que le echo mucho de menos. -susurró y yo la abracé más fuerte.

- Nos vemos a la vuelta. -dijo Dustin y los chicos se marcharon.

Quedábamos Eddie, Robin, Steve y yo.

Los cuatro empezamos a caminar hacia la casa de Vecna.

Tenía que estar por ahí.

Y yo iba a ser el señuelo.

Entré en la casa sola, los chicos se quedaron en la puerta.

Y el plan empezó.

- ¿Vecna? ¡estoy aquí! -grité mirando a mi alrededor.

Nada, ni un movimiento ni nada.

Empecé a subir las escaleras, hacia el desván, donde estaba la última vez.

- Encima que vengo a verte, ¿no vas a salir ni siquiera a saludarme? -grité de nuevo y escuché a lo lejos la risa de Eddie.

Un fuerte ruido justo cuando abrí la puerta del desván me sobresaltó un poco.

Vecna estaba ahí.

Y con un solo movimiento de la mano, me estampó contra la pared de su derecha.

Yo grité y escuché los pasos de los chicos al instante.

Pero Vecna cerró la puerta y la cubrió de enredaderas negras, cerrándoles el paso.

- ¡Maddy! -gritaba la voz de Eddie y la de los demás.

Yo estaba contra la pared, sin poder moverme.

Llevaba la escopeta a mi espalda, pero no la alcanzaba.

- Esta vez no hace falta que me meta en tu cabeza, Maddison, tu solita has venido a morir. -habló Vecna acercándose a mi.

- Voy a ser tu maldito infierno personal. -le escupí con un gruñido.

- Haríamos un buen equipo, ¿estás segura que no quieres unirte a mi? -preguntó de nuevo.

- ¿Hacer equipo contigo? no soy una perdedora, lo siento. -seguí hablando.

Lovely - Eddie Munson +18Where stories live. Discover now