Lovely - Eddie Munson +18

El portal (+18)

Me había pasado la noche entera con Eddie de un lado a otro de la caravana, sin despegarnos en ningún momento.

Yo seguía con los ojos cerrados para que los pequeños rayos de luz que entraban por la ventana no me molestasen.

Eddie se removió al otro lado de la cama, aferrándose aun más a mi cintura.

Hizo un ruidito medio dormido y sentí como iba despertándose.

Literalmente.

Sentí como un gran bulto chocaba contra mi culo desde atrás.

- Eddie.. -susurré para ver si estaba ya vivo del todo.

Un gruñido de su parte fue su única respuesta.

Habíamos quedado en casa de Steve en una hora, para ir a buscar armas y prepararnos para entrar en el portal.

Pero Eddie tenía otros planes.

Ni siquiera me di cuenta de que su mano subía por mi estómago, llegando a mis pechos, apretándolos suavemente.

Su respiración en mi nuca se volvió más rápida y fuerte.

Ya me había liado.

Tenía el cuerpo adolorido de la noche anterior.

Pero Eddie era otro nivel.

- Hay que levantarse, Eddie.. -le dije dejando que siguiera con su misión de apretarme las tetas.

- Tenemos una hora, no me hagas atarte a la cama. -se levantó un poco para mirarme a los ojos y yo sonreí.

- ¿Con que vas a atarme si puede saberse? -pregunté burlona.

- ¿Quieres averiguarlo? -preguntó con una sonrisa maliciosa.

Tenía el pelo revuelto y sus rizos se mezclaban unos con otros, y los ojitos medio cerrados por haberse levantado.

- No me retes, Munson. -le dije y él abrió un cajón de al lado y sin darme cuenta, cogió mis manos y me esposó un brazo a la cama.

Yo lo miré sorprendida.

- Así no puedes escaparte de mí y puedo hacerte mía a mi antojo. -susurró en mi cuello y yo perdí completamente el control.

A tomar por culo todo.

Eddie levantó mi camiseta, dejando mis pechos al descubierto, y bajó mi tanga lentamente.

- Joder, ojalá despertarme así cada día.. -susurró para sí mismo y hundió su cara en mi entrada.

Yo solté un gemido al sentir su lengua alrededor de mis paredes, jugando con mi clítoris y entrando y saliendo de mi.

Sus dedos no tardaron en unirse al juego, entrando en mi de forma lenta, haciéndome rogar.

- Eddie.. -gemí en respuesta a sus movimientos lentos.

- No bonita, ya sabes lo que quiero. -dijo separándose un segundo y volviendo a sus movimientos lentos.

- Eddie, por favor. -volví a gemir, mi mente estaba nublada.

- Pídelo. -dijo y esta vez me miró a los ojos y yo tragué saliva.

Sabía perfectamente lo que quería que dijera, lo descubrí anoche.

- Quiero que me folles, Eddie, por favor. -dije por fin y él no tardó ni un solo minuto en buscar un condón y entrar en mi de forma brusca.

- Joder, estás muy estrecha, no voy a tardar mucho. -dijo él con un gruñido y yo apreté mis paredes a su alrededor, haciendo que gimiera más fuerte.